La zarzuela cubana «El Cafetal», con libreto original de Gustavo Sánchez Galarraga y música de Ernesto Lecuona, regresa a las tablas luego de largo tiempo de ausencia en el escenario -desde el siglo pasado, 1929-, en el Teatro Nacional de Cuba, sala Avellaneda, el sábado 30 de noviembre y domingo 1ero de diciembre a las 7 y 5 pm, respectivamente, en puesta dirigida por Helson Hernández, según se informó en conferencia de prensa.

La reposición se dedica a los aniversarios 40 de Radio Arte, cadena de dramatizados cubanos de la radio y el 505 de la fundación de la Villa de de San Cristóbal de La Habana. Es auspiciada por CMBF Radio Musical Nacional, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, el Ministerio de Cultura de Cuba y el Teatro Lírico «Rodrigo Prats», de Holguín.

Como tributo a un género casi inexistente en las artes escénicas y por el cual abogan su rescate y difusión entendidos de esa manifestación, la obra se materializa luego de una labor arqueológica de búsqueda documental y gestión cultural de sus partituras y gracias a una grabación encontrada, según comentó Nelson.

«No fue nada fácil, empezamos casi sin materiales, luego de un trabajo de 2 años para encontrar las partituras originales, inexistentes, para que la obra estuviera completa e íntegra… no existía tampoco grabación completa, nada más por partes», dijo.

La obra cuenta con la asesoría musical del maestro Ubail Zamora, la participación de la Orquesta Sinfónica de la Radio y la Televisión Cubana, dirigida por el también maestro Miguel Patterson y la coreografía del bailarín y coreógrafo Johannes García, director de la «Compañía de Danza Tradicionales de Cuba JJ».

El elenco lo componen cantantes del Teatro Lírico de La Habana y Holguín, junto a actores, actrices y narradores orales invitados que tuvieron para sí el reto de cantar y actuar.

Momentos dramáticos y del humor criollo de la época, se recogen en la escena que centra la historia principal en el personaje de África, una negra cubana, rompiendo esquemas tradicionales de la zarzuela en el protagónico, generalmente recaía en una mujer blanca.

Significativo el trabajo musical, sobre todo, en hacerlo a la manera de Lecuona, el reconocido pianista, compositor y director cubano que supo atrapar en sus composiciones el espíritu de la diversidad cultural de nuestro país, en particular la influencia de la cultura afrocubana y su égida con el tambor, «en Lecuona la magia del tambor está hecha con la orquesta, lo que tocó en el piano lo llevó a la orquesta; la sonoridad del tambor batá, la llevó a la orquesta», aseguró el maestro Patterson.

Se verán  en el escenario danzas con marcado estilo carabalí y la influencia del pueblo Karabal, muy poco reconocido y ejecutado en las zarzuelas criollas, según opinión de Johannes García.

Autor: ADALYS PÉREZ SUÁREZ

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