Desde 2019, el Comité Organizador del Festival Internacional Jazz Plaza tomó la decisión de incorporar al cartel que identifica al evento, una obra pictórica de nuestros más destacados artistas.
Así, el cartel de la edición 34, en 2019 contó con la obra Jazz=Libertad, de Alberto Lescay; la 35, en 2020, se preció con El otro grito, de Nelson Domínguez; la 36, en 2021, contó con Fiesta Sonora, de Roberto Fabelo; la 37, en 2022, incluyó La China, de Eduardo Roca Salazar (Choco), y la 38 mostró la obra Baseball player, de Arturo Montoto.
Para la presente edición, que se celebra hasta el domingo 28, se invitó al artista visual y prestigioso músico Bobby Carcassés, premio nacional de Música 2012, quien no dudó en poner a disposición del festival su obra Jazz Plaza.
–¿Cómo se siente con la invitación?
–Me he pasado mi larga vida, dibujando y pintando músicos y específicamente de Jazz. Yo nací cantando y dibujando, y, paralelamente, a mi carrera de músico he llevado la de artista visual, con varios estudios en distintas entidades de Artes Plásticas. Me siento honrado de estar dentro del grupo de pintores como Fabelo, Montoto, Lescay, Choco, Nelson Domínguez y otros.
«Sin embargo, no es la primera vez; ya hace más de 30 años hice una obra devenida cartel o afiche para nuestro evento, que aún conservo, con la imagen de Rolando Pérez Pérez, magnífico saxofonista cubano, ya fallecido. En la obra está tocando su saxo alto, el cual convertí, de forma surrealista, en una nave espacial».
–¿En qué se inspira su obra?
–Es una de mis creaciones preferidas, se llama Meditación y es el leitmotiv de mi libro La improvisación en el Jazz y en la música cubana. Plantea, entre otras cosas, que son muy parecidos un yogui que está meditando profundamente, hasta llegar a un estado de gracia, y un músico que está improvisando, profundamente concentrado, conectado con una dimensión de la cual recibe inspiración, en ese mundo jazzístico. Ambos llegan a la autorrealización por el grado de sintonía con el cosmos y con su propia entrega espiritual a ese objetivo.
«Esta es una nueva versión de esa obra. La realicé específicamente para el Jazz Plaza 2024, y cambió el nombre por el de Jazz Plaza, el evento que creé y fundé en 1980, que es mi realización por el amor al Jazz, y un aporte a la cultura de mi Cuba querida».
