Un comentario sobre la V Jornada de la Cultura Cubana en medios digitales

Muchos asistentes reincidentes a la V Jornada de la Cultura Cubana en medios digitales, que como cada noviembre organiza y desarrolla Cubarte, Centro de Informática para la Cultura, han coincidido en que desde el punto de vista teórico y en cuanto a la exposición de experiencias ya validadas en la práctica, esta edición del evento es muy superior a las anteriores.

Otro elemento que eleva  la calidad de la jornada es la  extraordinaria capacidad de comunicación de los ponentes junto a un abanico temático que iba desde el aterrizaje forzoso en la realidad del mercado cultural mundial, con un condensado de información más que ilustrador, hasta la explicación de todos los problemas burocráticos y de falta de visión de algunos a los que les fue más fácil a lo largo del camino decir que era imposible comercializar online las entradas del Festival Internacional de Ballet de La Habana, acción que se ejecutó finalmente porque aparecieron milagrosamente  unos jóvenes nativos digitales y no  nativos dirigentes, que  hicieron posible que por primera vez en Cuba se hiciera algo así en la pasada edición del célebre evento.

 

No  exagero si refiero que se sucedieron ponencias, intervenciones y presentaciones sin que decayera la curva de interés de los participantes, pero he ahí el talón de Aquiles de la V Jornada de la Cultura Cubana en medios digitales: muy pocos participantes.

El Salón de Mayo, en el céntrico Pabellón Cuba, se mantuvo cuasi vacío en la mayoría de las sesiones, no así al final del cuarto día en que se entregó el Premio Palma Digital en  cinco categorías, pero eso ya fue noticia.

Igualmente el área que se destinó para brindar el servicio de descarga gratuita de  películas, libros, música,-bien variada-, video juegos para niños, Ecured para móviles y además venta de  varios título de productos multimedia, y la posibilidad de consultar información, a pesar del esfuerzo desplegado,tampoco recibió la avalancha esperada.

En primer lugar el plan de comunicación que se conciba para la Jornada deberá ser más agresivo, aglutinador y quizás hasta “machacante” personalizadamente, en aras de lograr persuadir de lo beneficioso que resulta para los especialistas que trabajan  estos temas asistir a un foro donde se socializan un conjunto de experiencias válidas para cualquier evento, institución, agrupación, o suceso cultural.

Quizás la primera acción de comunicación con vistas a la sexta  edición sea socializar algunos de los trabajos en ésta presentados, o a lo mejor es convocar a los ausentes a foros con menos temas, o a foros digitales, o a…, un sin número de actividades, lo que no debe perderse es el caudal de experiencias que aquí tuvieron pocos receptores.

No obstante, no sé si es un pecado pensar que las instituciones culturales todas, debían haber asumido este encuentro de cuatro mañanas, como una de las actividades priorizadas de sus planes de trabajo, y en la que debían haber participado al menos un día los especialistas de comunicación e informática y los responsables de que esos especialistas den un uso óptimo a la tecnología digital que tienen sus entidades, por poca que sea y con los problemas de conectividad, etc, etc, etc.

No creo que sea momento de desaprovechar oportunidades de elevar  el nivel de información acerca de estos temas, la jornada probó que si bien no siempre que se quiere se puede, se puede mucho más cuando se quiere y cuando se tiene un dominio de las potenciales de los medios digitales en la cultura.(Tomado de CUBARTE)

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