Teatro de Los Elementos: cuando el arte nace entre las faldas del Guamuhaya

En las faldas del Macizo Guamuhaya, imbricando comunidad y creación artística, se funde una porción de nómadas de espíritu, de inquietos de pensamiento, de soberanos del arte: El Grupo de Teatro Los Elementos.

Porque como tierra, agua, fuego y aire signan el devenir de lo natural, así han plasmado su huella en la Comunidad El Jobero y cuanto rincón insospechado creó la Coordillera al centro sur de Cuba, desde la tabla al hombro, la pirueta exagerada, el verbo punzante.

 

Haciendo el teatro de la familia

Transportar el arte a la vida del campesino, hacerlo irrumpiendo su cotidianidad, y dejándole en recompensa un mensaje de esperanza, ha sido virtud y empeño del Conjunto. Así lo define Oriol González, fundador y director del Grupo. “En la medida que como artistas recibimos cierta información cultural del contexto, superamos la idea de que el teatro es más popular cuando está entre la gente, cuando está en la calle, cuando está en los espacios de laboro o de hábitat. Hay que hacer un teatro que la gente no tenga que ir a él sino que vaya a la gente. Fue ese acercamiento a las personas en su entorno, por el que alguien eufemísticamente nos definió como el Grupo que hacía el teatro de la familia”.

“Nuestro concepto ha sido hacer un teatro que esté vivo dentro de la propia existencia de los seres humanos –agrega Isnoel Llanes, actor del conjunto y fundador también de Los Elementos- no un teatro al que halla que movilizarse para ir, sino que cambie vidas, que varíe rumbos, a partir de que sorprenda al propio público”.

¿Y en este afán, qué hacen para lograrlo? “Buscamos técnicas como maquillar con tierra, con ceniza, hacer obras que se desarrollen entre árboles. Usamos la naturaleza como fondo, como escenografía”.

Explorando horizontes: nuevo teatro

Nuevos senderos ha contribuido a trazar Los Elementos. Ha sido este diálogo constante con un poco de todos y en donde fuere: la comunidad, los inmigrantes, entidades religiosas, penitenciarías, sanatorios de SIDA, casas maternas y de ancianos, lo que ha magnificado su aporte al llamado movimiento del Nuevo Teatro en Cuba.

Dos décadas y tres años, empleando magistralmente el arte de las tablas como herramienta de transformación social, al tiempo que se enriquece su universo ético. Entre sus presupuestos: el respeto por la diversidad, la identidad y la expresión del otro, así como la búsqueda por transformarse y transfigurar al mundo de manera creativa y honesta.

Tierra Roja, Teatro del Este, antecedieron la epopeya. Primero en La Habana, luego al sur de la Isla de la Juventud, saltó a Barrancas en Santiago de Cuba, hasta anidarse en la meceta premontañosa de Cienfuegos.

Escenarios todos, que como ellos mismos definen “constituyen un laboratorio donde se exploran las posibilidades psicofísicas del actor y el crecimiento de sus potencialidades, logradas mediante rigurosos entrenamientos en la naturaleza”. Y pese a ser El Jobero, escenario principal de catarsis actorales, muestras cotidianas de arte, subsistencia y vivir diario, se ha extendido también el quehacer de Los Elementos.

“Uno de los eventos más importantes en la labor de Teatro de los Elementos lo constituye la Bienal de Oralidad Cumanayagua Cuenta. Grupos de todo el país, especialmente grupos de teatro comunitario como Korimakao, se unen a nosostros y llegan a las comunidades tan intrincadas del Escambray cienfueguero como pueden ser El Nicho, San Blas y El Mamey”- defiende Betsy Medina, actriz con 15 años de quehacer en el Conjunto.

Otros espacios se integran también a la acción social del Grupo, incluido por algunos entre los más famosos de Cuba. Al respecto Oriol González agrega: “Teatro de los elementos: Por un desarrollo cultural sostenible” -por ejemplo- tiene la misión de integrar la acción de niños, maestros y actores sociales en general a la impartición de un grupo significativo de talleres de educación artística creados con la participación y la gestión institucional de las escuelitas del Jobero y Entronque Minas, otra de las comunidades cercanas a la sede permanente del grupo”.

De manos con el arte

Más abre también sus rincones al desarrollo e intercambio cultural con las distintas manifestaciones. Establece dialécticas de creación teatral a través de espacios como el Taller Internacional de Teatro Espontáneo y el Festival de Teatro en la montaña. Amplía su espectro a la literatura desde el enfoque del Premio de narración Samuel Feijoó.

Llegan en el empeño por expandir alquimias representantes de casi todo el país. Prestigian además anualmente la sede del grupo el espectáculo CirCuba, del Circo Nacional de Cuba, y con frecuencia los reconocidos artistas de la plástica Zaida del Río y Nelson Domínguez, entre otros reconocidos creadores.

Teatro de los Elementos constituye el único grupo del Consejo Provincial de las Artes Escénicas en Cienfuegos, que está radicado en una comunidad montañosa. Su destacada ejecutoría teatral, enriquecida por la construcción colectiva de las obras, la participación activa del público y la premisa de rescatar la memoria histórica y las tradiciones de diferentes pueblos cubanos, convierten a esta compañía en un excepcional ejemplo, de artistas que se hacen grandes, cuando se funden con la tierra, el agua, el fuego y el aire. (Tomado de Perlavisión)

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