Sory canta a Benny Moré

Homenajear a Benny More es algo que se ha vuelto cotidiano entre todos los cubanos. Los nacidos en esta tierra sentimos una eterna deuda de gratitud hacia quien nos entregó su vida en cada canción. Ahora bien, rendir tributo a tamaña figura desde la música, apropiándose de su repertorio, pudiera convertirse en un desafío si tenemos en cuenta su inigualable estilo a la hora de interpretar temas que se ubican en lo más selecto de nuestro pentagrama.

 

A ese enorme reto se enfrenta por estos días una joven artista que ha demostrado su buen tino a la hora de enrumbar sus pasos por la música. Estamos hablando de Sory, quien se presentará en un concierto Homenaje al Benny, los días 23 y 24 de este mes en la Sala Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes. En medio de todo el ajetreo propio de los preparativos, y haciendo una pausa en sus ensayos, amablemente accedió a conversar con los amigos de suenacubano.com

¿Cómo recuerdas tu primer acercamiento a la obra del Benny?

Mi acercamiento al Benny puedo decirte que se produjo gradualmente en diferentes etapas de mi vida. Desde niña, me fui familiarizando con el timbre de su voz, con los estribillos de algunas de sus canciones. Lo escuchaba mucho, no solo en mi casa, sino en la casa de cualquier cubano, era algo habitual, lo incorporé como parte de mi cultura cotidiana.

Luego crecí, y ya estando en el conservatorio, pues ese acercamiento fue cobrando vida, pero sin pretender nunca interpretar sus temas. Quizás lo veía, incluso, como algo inimitable, de cantantes hombres, más bien. ¡Pero llegó el disco de Miriam Ramos a casa! Mi madre lo ponía mucho y entonces comencé a apreciar otra dimensión del Benny en una encantadora voz femenina. Fue algo hermoso que quedó en mí…

¿De qué manera nace la idea de hacer un concierto dedicado a él?

Bueno, la idea surgió en diciembre del pasado año. Fui invitada a ofrecer un concierto en el teatro Tomás Terry de Cienfuegos, a propósito de las actividades del Festival Benny Moré que cada año se celebra en esa ciudad; como es lógico, incluí en mi repertorio habitual cinco temas de los que él popularizara y, para mi sorpresa, gustaron mucho; pero sobre todo me hicieron volar en su interpretación. Recuerdo que “Oh, vida”, lo canté solo a piano y me emocioné mucho. Créeme que yo misma me sorprendí. Tanto los músicos que me acompañaron esa noche, como yo, lo disfrutamos mucho… y sin embargo, éramos todos jóvenes.

¿Qué criterios seguiste para elegir el repertorio que interpretarás?

Mira, escoger un repertorio a partir de temas que haya hecho tan suyos un compositor e intérprete de esa estatura musical no es nada fácil. No quería que este concierto se basara totalmente en los temas más escuchados, aunque te repito, están incluidos los imprescindibles, por supuesto. Tuve además, asesorías valiosísimas como parte de mi autopreparación: el muy reconocido autor y productor musical Tony Pinelli y Pepe Fortún, museólogo e investigador del Museo de la Música, gran estudioso de la vida y obra del Bárbaro del Ritmo. Escuché mucha música, incluidos los discos homenajes de la EGREM y de BisMusic. También Emilio Vega, ya como pieza clave de este concierto, contribuyó grandemente.

¿Quiénes te acompañarán musicalmente en esta aventura y quién ha tenido a su cargo los arreglos?

¡Un elenco de lujo! Una vieja deuda conmigo misma, pues algunos estuvieron en mi disco Déjame ser, premiado en el Cubadisco 2010, y otros compañeros de estudio, como Rolando Luna, en el piano; Yandy Martínez, en el bajo; Edgar Martínez, en la percusión; y el más joven, Raúl Herrera (Ruly), en el drums. También tengo invitados muy especiales: William Roblejo, en el violín; Mayquel González, en la trompeta; Germán Velasco, en el saxo alto; y Lino Lores, en la guitarra.

Un momento muy especial lo será el acompañamiento al piano de Emilio Morales, con quien he venido trabajando desde hace algún tiempo. Se suman en los arreglos tres maravillosos músicos y amigos: Lino Lores, Germán Velasco y Emilio Vega, quien es el director musical del concierto. La producción general es de Ileana Ríos.

¿Cómo te has sentido bajo la batuta de Doimeadios en la dirección artística?

Te decía que cuento con un elenco de lujo. No tienes idea de cuan real es lo que te afirmo con esta expresión. Haber podido contar con el sí de Doime, desde el primer momento en que acudí a él para esta tarea es algo inolvidable. Ya nos conocíamos, yo había tenido el privilegio de hacer pequeñas cositas con él en la radio, gracias a Evania, directora de programas en Radio Taíno. Siempre me identifiqué con su probada profesionalidad, donde se entrelazan perfectamente su talento y seriedad para asumir retos por su condición, ante todo, de magnífico actor. La curiosidad de incursionar en la actuación es algo que llevo siempre dentro de mí. Formar parte del espectáculo “Amigas” de Lizt Alfonso, que con tanto éxito ha sido recibido por el gran público, afianzó esta motivación innata, así es que por ahí vino ese acercamiento a Doime.

El concierto quedará grabado para un DVD. ¿Quiénes te apoyan en ese sentido?

El proyecto, Homenaje al Benny, en el 50 aniversario de su desaparición física, fue apoyado desde el primer momento por el Instituto Cubano de la Música y por Colibrí, como casa discográfica. Será el equipo del destacado realizador Luis Najmías Jr. el encargado de hacer este trabajo, que con muchísimo entusiasmo han asumido todos sus integrantes. Se ha logrado una perfecta armonía con las ideas de Doimeadios, en su condición de director artístico.

Las sesiones de trabajo que hemos tenido hasta el momento se han desarrollado en un ambiente muy creativo y colaborador ¡Estamos muy contentos!

¿Qué significa para ti un escenario como la sala de Bellas Artes?

Desde mi primer concierto, el 12 de enero del 2008, descubrí la buena vibra que circunda esa sala. Es muy íntima, acogedora y se conserva muy bien, gracias al trabajo de su maravilloso colectivo. Los asistentes a este concierto van a percibir esa especie de ambiente místico que quiero darle a mi concierto.

El Benny es eso: un artista que ha trascendido musicalmente su época, con el misticismo que solo logran los seres que no mueren nunca, porque su obra nos llega hasta nuestros días con la misma fuerza. Como dijera Lezama: “Tal música y tal músico trascienden todas las etiquetas”.

Suerte que tenemos, los amantes de la buena música, de contar con opciones como estas. Será definitivamente un acercamiento al Benny en el aniversario 50 de su desaparición física y en el centenario del Museo Nacional de Bellas Artes. La maravillosa sala de conciertos de esta institución espera por usted. Para que nadie se pierda la ubicación exacta es Trocadero entre Zulueta y Monserrate, lugar mágico donde todo suena cubano.

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