Héctor Quintero, es uno de los artistas más integrales que ha dado Cuba, poseedor además de una especial perspicacia para extraer y retratar la esencia de la cotidianidad cubana y su dimensión cultural; por todo esto y su gran talento, el gran estudioso del teatro nacional Rine Leal, aseguró: «se trata del más popular de los dramaturgos cubanos».
Dramaturgo, compositor, actor, director teatral, productor, cantante, declamador, presentador de programas y narrador, Remigio Héctor Quintero Viera, Premio Nacional de Teatro 2004, nació el primero de octubre de 1942 y falleció en su casa de la Esquina de Tejas, en el Cerro, a los 68 años, un día como hoy del año 2011.
El incansable creador, compuso la música de todos sus espectáculos; se desempeñó como narrador de cine, TV y video en cerca de doscientos documentales, medio o largometrajes, y como presentador de conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba.
En la televisión cubana, en numerosas ocasiones, fue conductor de programas estelares y eventos especiales; en este medio también fue un gran vencedor: su serial dramatizado El año que viene, con 131 capítulos, se mantuvo con un alto ranking de teleaudiencia y conquistó dos premios Caracol (por guión y dirección) en el concurso anual de la Asociación de Cine, Radio y TV de la UNEAC.
Fundó y lideró durante doce años el Teatro Musical de La Habana, y fue director artístico del Complejo Artístico Cultural Dos Gardenias, durante varios años, y de la Compañía Teatral que lleva su nombre.
Fue un triunfador en todos los medios, tanto en el teatro, la radio, la televisión y el cine; poseedor de un alto sentido musical y teatral, Quintero era sobre todo, muy cubano, y a todo lo que hacía le ponía el sello del alma nacional, baste recordar Contigo pan y cebolla (1964), su gran éxito primero, estrenada en febrero de ese año por el grupo Teatro Estudio, y que obtuviera mención en el Premio Casa de las Américas.
El triunfo de esta obra no es solo nacional; se ha representado en numerosos países de América; en losEstados Unidos, se estrenó en versión bilingüe, bajo el título de «Rice and beans».
El premio flaco (1966), ganó también mención en el Premio Casa de las Américas y en 1968 mereció el Premio del Centro Cubano del ITI (Instituto Internacional de Teatro), el primer Premio del ILAT (Filial del ITI para América Latina) y el Primer Premio del ITI (París, 1968).
Hasta la fecha se han realizado más de una docena de traducciones y ha sido publicada y representada en decenas de países de América y de Europa, en versiones para teatro musical para el teatro Massoviet de Moscú y la ópera de Plovdiv, Bulgaria.
El reconocido cineasta cubano Juan Carlos Cremata, llevó a versión fílmica El premio flaco, en 2009, y Contigo pan y cebolla, en 2014; en ambos casos, las obras reafirmaronsu poder de comunicación con el público, y recibieron críticas halagüeñas.
La comedia musical Los siete pecados capitales (1968), estrena a Quintero como director de escena en el Teatro Musical de La Habana, en dicho año.
Después vendrían, entre otras, Mambrú se fue a la guerra (1970), Si llueve te mojas como los demás (1971), y la total apoteosis en el teatro cubano en la década del 70: la revista Algo muy serio (1976) que tuvo récord de taquilla con la asistencia de cincuenta y dos mil espectadores en sus ciento doce representaciones; fue realmente algo muy serio aquella revista hilarante, que logró como pocas piezas de su tipo colarse en las conversaciones cotidianas de los cubanos, durante muchos meses.
Su versión personal de seis de los cuentos del Decamerón,del escritor italiano Giovanni Boccaccio, que estrenó en 1969 el prestigioso colectivo Teatro Estudio, sobrepasó las 300 representaciones a sala llena.
Pero no solo fueron importantes sus comedias; fue un gran escritor y director de teatro dramático: el monólogo Aquello está buenísimo (1986), Sábado corto (1986), Premio Santiago Pita de la UNEAC; Te sigo esperando (1996) y El lugar ideal (1998), así lo ratifican.
En 1981, fue uno de los primeros artistas cubanos a los que el Consejo de Estado les confirió la Distinción por la Cultura Nacional; recibió también por resolución del Consejo de Estado y el Ministerio de Cultura de Cuba, la Medalla Alejo Carpentier, en 1995, y la Réplica del Machete de Máximo Gómez que conceden las FAR.
Le fue otorgado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el Premio Omar Valdés por sus destacados méritos y aportes al desarrollo del arte y la literatura cubanos, y en 1996, y le fue entregada la medalla MI VIDA EN EL TEATRO, por la obra de toda una vida, creada por el ITI de México para homenajear a figuras del teatro mexicano y latinoamericano.
Héctor Quintero trabajó intensamente durante toda su vida y su aporte a la cultura nacional es inmenso; los premios varios, el mayor, la risa del público, no solo nacional; llevar trascendentales temas universales a jarana no impidió que la gente pensara junto a él en las diferentes maneras de ser mejores personas y mejores cubanos.
(Tomado de Cubarte)
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