El 16 de julio de este año llegó a la redacción de Radio Ciudad del Mar una nota que conmocionó: Sala Guiñol “Reparación Impostergable”.
De inmediato procedimos a una búsqueda de detalles y la primera en darnos respuesta fue su administradora Dianelis Medina Fernández. “Se cerró la sala por peligro de desprendimiento que existe en el falso techo donde se encuentran las lunetas en las cuales los infantes, principalmente, disfrutaban de las puestas en escena. Con mucho dolor procedimos a la clausura aunque estos problemas proceden desde el año 2003 cuando se reinauguró la sala y sostuvieron la bóveda del techo al piso de la vivienda sobre el teatro, y no de los laterales.”
A las actuales condiciones contractivas se unen los problemas de humedad que deterioran por día las paredes y almacenes de escenografía, y aún peor el grupo Caña Brava dirigido por Pastora Naranjo ha perdido su local de ensayos y presentaciones que contentaban a infantes y adultos.
“Para los actores resulta un gran inconveniente, por la pérdida de público establecido que no dejaba de asistir cada fin de semana, la programación hubo que cambiarla para la sala A Cuestas. En este momento lo preocupante es el tiempo que va a durar la reparación, la prontitud con que se pueda empezar de manera tal que no se cierre más y eso representa un presupuesto que no sabemos si está completo”.
Dos meses han trascurrido desde el cierre de dicho escenario, y todavía mantiene iguales circunstancias a las existentes en la fecha de su clausura, sobre esta realidad declara José Ramón López Castillo, al frente de la Unidad de Apoyo a la Actividad Cultural.
“Solo cinco mil pesos en moneda nacional tiene asignado el Guiñol y ello no alcanza para ejecutar absolutamente nada, por lo tanto se está previendo en el Anteproyecto del 2014 que se apruebe 20 mil pesos, sin embargo poco haríamos con ese dinero”
El tema financiero golpea la posible salida de esta sala de sus precarias condiciones, pero la mano de obra constituye otro de los grandes factores que impiden una rápida ejecución.
De imposibilitarse una temprana intervención en la sala Guiñol, poco a poco se irá perdiendo un espacio, una programación, un público establecido que olvidará con los años la existencia de un teatro en reparación. Un local acogedor en la ciudad de Cienfuegos, idóneo para la diversión de los infantes en la interacción con títeres, pende de un hilo.
La Unidad de Apoyo a la Actividad Cultural solo posee un fondo para mantenimiento y reparación, y no son estas precisamente las actividades que han de realizarse en el Guiñol sino una gran inversión que exige un monto mayor aprobado por el Gobierno provincial y el Ministerio de Economía y Planificación.
Y mientras se analiza la posibilidad de un mayor presupuesto y los materiales de construcción se almacenan, el tiempo avanza. Tiempo; ese es el gran peligro que corre el Guiñol de Cienfuegos. (Tomado de Radio Ciudad del Mar)
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