Rómulo Gallegos y su lucha constante entre el bien y el mal

“La llanura es bella y terrible a la vez; en ella caben holgadamente, hermosa vida y muerte atroz; Esta acecha por todas partes, pero allí nadie le teme (…)Horas más tarde, míster Danger la vio pasar, Lambedero abajo. La saludó a distancia, pero no obtuvo respuesta. Iba absorta, fija hacia delante la vista, al paso sosegado de su bestia, las bridas flojas entre las manos abandonadas sobre las piernas. Tierras áridas, quebradas por barrancas y surcadas de terroneras. Reses flacas, de miradas mustias, lamían aquí y allá, en una obsesión impresionante, los taludes y peladeros del triste paraje. Blanqueaban al sol las osamentas de las que ya habían sucumbido, víctimas de la tierra salitrosa que las enviciaba hasta hacerlas morir de hambre, olvidadas del pasto, y grandes bandadas de zamuros se cernían sobre la pestilencia de la carroña. Doña Bárbara se detuvo a contemplar la porfiada aberración del ganado y con pensamientos de sí misma materializados en sensación, sintió en la sequedad saburrosa de su lengua, ardida de fiebre y de sed, la aspereza y la amargura de aquella tierra que lamían las obstinadas lenguas bestiales. Así ella en su empeñoso afán de saborearle dulzuras a aquel amor que la consumía. Luego, haciendo un esfuerzo por librarse de la fascinación que aquellos sitios y aquel espectáculo ejercían sobre su espíritu, espoleó el caballo y prosiguió su errar sombrío”. 

Sin lugar a dudas que el anterior, un fragmento de la novela Doña Bárbara (1929), una de las más reconocidas internacionalmente de la autoría del escritor venezolano Rómulo Gallegos, expone al lector una semblanza de la naturaleza de su país, al igual que las pasiones y conflictos de los habitantes de sus inmensas llanuras, y hasta en ocasiones de muchos de sus inhóspitos parajes. 

Con su escritura, Gallegos no sólo los describe vívidamente, sino que también traslada al lector a sentirlos como suyos propios hasta llegar a enfrentarlos. Según críticos, cada una de sus obras –en especial, novelas–, son el resultado de una constante lucha entre el bien y el mal donde, aunque siempre trasciende el primero y sobrevive cierta amargura producto del triunfo de la debilidad o del carácter  doblegado de alguno de los personajes principales.

El sello autoral de Gallegos está incluido entre los más relevantes de América Latina y del mundo, además de estar considerado como uno de los innovadores de la Narrativa hispanoamericana. A tal punto que, en 1965, se crea el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, y en 1972, se funda el Centro de Estudios Latinoamericanos que lleva su nombre.

Rómulo Gallegos

Obtiene el título de bachiller en el Colegio Sucre, en 1904. Ese mismo año inicia sus estudios de Derecho en la Universidad Central de Venezuela que, aunque no llega a culminar resultaron importantes en su vida política ulterior. En 1903 redacta el semanario Arco Iris, donde publica el ensayo “Lo que somos”. 

En 1909 funda la revista La Alborada, órgano de difusión de artículos, no sólo literarios, sino también políticos y educativos. En enero de 1912 es designado director del Colegio Federal de Varones de Barcelona. Dos meses después es nombrado subdirector del Colegio Federal de Caracas, posteriormente Liceo Caracas (actualmente, Andrés Bello). Allí realiza su labor pedagógica hasta 1918, cuando ocupa la dirección de la Escuela Normal de Caracas, y en 1922, renueva su cargo como director del Liceo Caracas, hasta 1930.

En 1914 publica un grupo de cuentos bajo el título de Los Aventureros y en 1920 sale a la luz su primera novela El último Solar, publicada nuevamente en 1930,con el título de Reinaldo Solar. Entre 1919 y 1922 dirige la Revista Actualidades; en 1922 inicia las ediciones de La Novela Semanal, donde se dan a conocer numerosos narradores venezolanos. El éxito de la novela Doña Bárbara, publicada en 1929,, y el ofrecimiento de un cargo senatorial por parte del gobierno del General Juan Vicente Gómez, que rechaza, lo llevan a radicarse en Europa, donde concluye varias de sus novelas. Luego de la muerte de Gómez regresa a Venezuela, ocupando los cargos de Ministro de Educación, Diputado al Congreso Nacional por el Distrito Federal (1937-1940), y Presidente del Ayuntamiento del Distrito Federal (1941).

En julio de 1941 forma parte de los fundadores del Partido Acción Democrática y ejerce su presidencia hasta 1948. En 1947 es postulado por ese partido a la presidencia de la República, resultando electo el 14 de diciembre de ese mismo año. Su gestión es bastante corta, pues habiendo tomado posesión del cargo el 15 de febrero de 1948, es derrocado por un golpe militar el24 de noviembre. Viaja desterrado a Cuba y,posteriormente, en 1949, a México, donde reside hasta1958.

Durante su extensa carrera literaria, Gallegos obtienediversas distinciones como fueron, entre otras: Doctor Honoris Causa de la Universidad de Colombia (1948),honor al que renuncia en 1955 cuando le fue conferida la misma distinción a Carlos Castillo Armas, dictador de Guatemala; fue Profesor Honorario de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos (Guatemala, 1951); Doctor Honoris Causa de la Universidad de Costa Rica (1951); Escritor Residente de la Universidad de Oklahoma, Estados Unidos (1951); Doctor Honoris Causa en Humanidades de la Universidad Central de Venezuela (1958); Doctor Honoris Causa en Derecho de la Universidad de Los Andes (1958); Doctor Honoris Causa en Derecho de laUniversidad de Zulia (1958). El Concejo Municipal de Caracas lo proclamó, e 2 de agosto de 1958, Hijo Ilustre de la Ciudad. Ese mismo año recibe también las siguientes distinciones: Presidente Honorario del Colegio de Profesores de Venezuela, Gran Cruz de San Martin, y Premio Nacional de Literatura. Fue electo miembro de la Academia Nacional de la Lengua pero no se recibió. También fue postulado al Premio Nobel de Literatura.

Entre sus principales obras se incluyen:

• Los aventureros (1913, cuentos)

• El último Solar (1920, novela)

• La rebelión (1922, cuento)

• Los inmigrantes (1922, novela)

• La trepadora (1925, novela)

• Doña Bárbara (1929, novela)

• Reinaldo Solar 1930, novela)

• Cantaclaro (1934, novela)

• Canaima (1935, novela)

• Pobre negro (1937, novela)

• El forastero (1942, novela)

• Sobre la misma tierra (1943, novela)

• La rebelión y otros cuentos (1946)

• Cuentos venezolanos (1949)

• La brizna de paja en el viento (1952, novela)

• Una posición en la vida (1954, artículos y ensayos)

• La doncella (1957, drama)

• La doncella y el último patriota (1957, drama y cuentos).
(Tomado de Cubarte)

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