Los restos mortales de Carlos Rafael Rodríguez reposan desde esta mañana en el cementerio Tomás Acea, de Cienfuegos, en un panteón especialmente elaborado para él hace varios años, muy cerca del túmulo al fundador de la ciudad, el monumento a los caídos en el Cinco de Septiembre y los mártires de Playa Girón.
Una pequeña representación de familiares, acompañada por el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa, el viceministro de Relaciones Exteriores Marcelino Medina y el miembro del comité central del Partido José Ramón Balaguer; junto a las autoridades políticas y gubernamentales de Cienfuegos; acompañaron el cortejo fúnebre al ritmo marcial de la Guardia de Honor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Ofrendas florales de Fidel y Raúl acompañaron la breve inhumación, tras la cual la hija de Carlos Rafael, Dania Rodríguez, reconoció haber dado su visto bueno para el traslado de los restos desde la capital cubana por considerar que irían a un sitio con el que el líder comunista mantuvo estrechas relaciones hasta su muerte, en 1997.
El vicepresidente cubano, Salvador Valdés, evocó la trascendencia del pensamiento económico de Rodríguez, a cien años de su natalicio, en un momento de transformaciones en el país que persiguen, como lo pretendió el intelectual cienfueguero, la construcción de una sociedad más equitativa y próspera.
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