Ofrecer una mirada critica sobre la histórica dominación que ha ejercido el imperialismo estadounidense sobre nuestra región resulta mas difícil cuando se trata de un filme realizado por un cineasta estadounidense como Oliver Stone, cuya filmografía esta conformada por filmes que han denunciado de manera abierta la injerencia de Estados Unidos en Latinoamérica, como Salvador (1980), donde revela con especial realismo la crueldad que fue objeto ese pueblo durante la guerra civil que asoló a ese país en aquellos años recreando acontecimientos históricos de tal trascendencia como el asesinato del Obispo Arnulfo Romero y otros de similar naturaleza.
Transcurrirían décadas para que aquel intrépido e irreverente cineasta luego de un largo periodo de maduración estética y de haber consolidado una reconocida obra con títulos como Nixon,The Door,Asesinos por naturaleza, entre otros, se decidiera ir mas lejos al abordar la personalidad de figuras de la izquierda progresista latinoamericana de las últimas décadas como el desaparecido líder de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, Néstor Kirchner, entre otros, con su colosal documental Al sur de las fronteras (2011), cuya premier se realizará en la Oficina del Conservador de la ciudad en una actividad coordinada entre el Centro Provincial de cine y La Sociedad cultural José Martí el lunes quince en el horario de las 2: 00 pm.
Conforman esta segunda muestra audiovisual dedicada a la figura de Chávez los documentales La CIA contra Venezuela Bolivariana, del realizador Ángel Palacios producida por Telesur, obra que realiza un minucioso análisis de la injerencia de EE.UU y la CIA en Venezuela y sus intentos por derrocar la Revolución Bolivariana entre 1999 y el 2002, que será exhibida en la dirección del SEPSA el martes dieciséis a las 8: 30 am.
Para los sectores más conservadores de la ultraderecha de EE.UU, obras como Comandante y Al sur de la frontera devienen una abierta provocación a la hegemonía mediática y cultural que estos han ejercido en el hemisferio al mostrar abiertamente los mecanismos de subversión que la CIA ha aplicado para desestabilizar y subvertir cualquier gobierno progresista que no goce de la simpatía de EE.UU, como el derrocamiento de Jacobo Arbenz en 1954 en Guatemala, el gobierno de Salvador Allende en 1973, entre otros.
La obra de Stone devela la repetición de un mismo guión para la desestabilización en Latinoamérica en diferentes momentos, alcanzando en la actualidad formas más sutiles y sofisticadas para engañar a la opinión pública internacional y disfrazar su injerencia en los asuntos internos de dichas naciones.
En esta ocasión su realizador transita por caminos similares al acercarse a la figura de Hugo Chávez, mostrando de manera abierta la hostilidad que han ejercido los medios de comunicación estadounidense al atacar e intentar satanizar su figura.
En ese sentido Al sur de la frontera es exponentedel mejorperiodismode investigación pues deviene una exhaustiva indagación sobre las múltiples formas en que el capital financiero estadounidense ha intentado desestabilizar procesos revolucionarios como el encabezado por Chávez en Venezuela en los últimos años, intentado desacreditar a otros lideres que han optado por desterrar de su naciones esa histórica dependencia al imperialismo norteamericano como Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador.
Desde esa perspectiva Al sur de la frontera muestra como desde la aparición de líderes como Chávez el escenario político en Latinoamérica ha cambiado considerablemente. Atrás quedó la época en que Latinoamérica era el traspatio de EE.UU y laboratorio donde se implementaron los crímenes más atroces.
Una de las virtudes del documental radica en su capacidad de análisis, el rigor y la profundidad al abordar aspectos tan cruciales para nuestras naciones con el compromiso de mostrar la verdad en una era de hegemonía mediática y tergiversación de la realidad política de la gran mayoría de los países asediados por resistirse a los designios imperialismo estadounidense.
En el plano estético la obra apela a la típica entrevista acompañada como resulta habitual en este genero del audiovisual de impactantes imágenes de archivo sobre sucesos acontecidos en la República Bolivariana de Venezuela como el Caracazo en 1989, germen de la venidera Rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1992, el posterior triunfo electoral del líder de dicha rebelión, el Comandante Chávez, el fallido intento de derrocarlo con un golpe de Estado en abril del 2002 y otros intentos desestabilizadores recreados de manera magistral por este artista del lente, exponente del cine político comprometido con las causas mas nobles de nuestra región.
En la época de la globalización del pensamiento único obras como Al sur de la frontera asumen la honestidad y responsabilidad que implica fomentar un pensamiento critico y una cultura de la resistencia en Latinoamérica ante ese monopolio de la información que históricamente han ejercido las transnacionales de la comunicación.
Cuando vemos documentales como Al sur de la frontera realizado con el afán de desentrañar la verdad, no solo nos queda el sabor triste y amargo de haber presenciado instantes desgarradores de un episodio inolvidable de nuestra más reciente Historia, sino el compromiso con el audiovisual comprometido con una Latinoamericana que ha echado a andar y nada la detendrá, mostrando a través de la magia del lenguaje audiovisual uno de los fracasos más visibles del neoliberalismo en la región.
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