Por: Hortensia Toledo Cruz.
28 de noviembre de 2011.
El Salón Mateo Torriente, de la UNEAC, que otorgó los Premios 2011, ha favorecido durante una década espacio de confrontación y estimulo para la vanguardia de las artes plásticas en Cienfuegos.
Treinta nueve obras concursaron por los lauros en el certamen que abraza los más importantes espacios expositivos de la ciudad, en los que bien puede sentirse el palpitar de la manifestación, que evidentemente no late como antaño.
El proyecto que por su nivel de convocatoria y trascendencia en la vida cultural cienfueguera fue una verdadera fiesta de la plástica en la provincia, no alcanza a recuperar su esencia fundacional, pese a los esfuerzos de sus organizadores que dicho sea de paso, mantienen los premios en metálico.
Salvedad aparte, hay quienes con una carrera reconocida siguen apostando por el certamen, en este sentido el jurado premió en igualdad de condiciones las obras: “Las ropas del viejo Wayacón” , y de la serie Aún todo es posible. “Objetos de valor”; de Julián Espinosa (Wayacón) y Juan Karlos Echeverría, respectivamente.
El gran Premio Mateo Torriente 2011, lo mereció Adrián Rumbaut por las obras “Diagrama de una imagen” y “Diagrama pictórico”, en reconocimiento al entrenado oficio de un artista que decidió ser profeta en su tierra.
Mención especial recibió la pintura “Retrato de Yoanna Osorio; mientras los artistas Camilo Villalvilla y Yaily Martínez, recibieron Mención por las obras “Krasnaya Dream y The Perfume, respectivamente.
Reconocimiento especial mereció el grupo AM, por la integración de su propuesta ecologista a la comunidad y tradición cultural local.
A propósito del evento la sección de artes plásticas de la UNEAC otorgó posmortem la distinción “Cornamusa” a José García Montebravo, por la impronta de su obra en el contexto de la Plastica en Cienfuegos.
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