A través de piel, metal, tejido o tela los concursantes en el Quinto Salón Lo bello de lo útil deben mostrar creatividad artística aplicada a la artesanía, también utilitaria. Diversidad de expresiones, técnicas y materiales remiten a antiguas prácticas como la randa o el repujado.
Por primera vez en la nueva sede cienfueguera de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas se celebra el evento. Más de 140 obras se presentaron este año a la convocatoria, pero solo alrededor de setenta quedaron en competencia.
Se otorgaron reconocimientos según diferentes categorías: en textil ganó la sobrecama tejida a crochet y miñardi de Acelia Magdalena Alonso; en metales, el conjunto De mi ciudad te cuento de Hiram Pérez Manso; en talla, la obra Pez Tallado de Marcos Fernández; en papier maché, las piezas El humor en los tiempos del cólera, el sida y la homofobia, de Eduardo Puebla y Santa Olla del diario, de Rogelio Francisco Rivas y en misceláneas, la tabaquera bombonera de Arturo Abreu Becerra.
En tanto, quedaron desiertos los apartados de piel y cerámica. El Gran Premio lo mereció la obra Conjunto de Mecedoras y búhos, del creador Leonid Hernández Jiménez. Durante las celebraciones entregaron la Distinción Tureira, que concede la Junta Directiva de la ACAA a personalidades defensoras del arte y la cultura locales, esta vez a Luis Octavio Hernández, quien se desempeñó como Presidente de la ACAA en Matanzas y María Caridad Abreu, antes Directora Provincial de Cultura.
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