Al ritmo acompasado y lento de los tambores sale la Virgen de su templo. Santa Bárbara comienza así la peregrinación que cada 4 de diciembre la lleva a recorrer diversas calles del municipio cienfueguero de Palmira.
“En 1905 sale la primera procesión. Hay que decir que durante algunos años no se realizaron pero ya en la década de los 90 se retoman y se convierte cada vez más, en un importante fenómeno sociocultural para los palmireños. A la procesión vienen creyentes y no creyentes, curiosos, extranjeros”, afirmó María Caridad Abreu, Especialista del Museo Municipal de Palmira.
En las calles predomina el color rojo, símbolo de la Santa Bárbara o Changó según su nombre Yoruba. A su paso el pueblo le rinde los más sencillos cultos y le lanza puñados de arroz para pedir prosperidad y dicha.
“En todos los cabildos de Palmira se venera a Changó. En este nuestra fundadora Francisca Entenza inició el culto a esta deidad a la que ella también era devota. Changó es uno de los santos más importantes para nuestros mayores”, comentó Guillermo Armenteros, Presidente de la Sociedad Religiosa de San Roque.
Y es que Palmira es el foco más importante de Cienfuegos si de religiones afrocubanas se habla. Desde las edades más tempranas hasta las más avanzadas, este pueblo es un reservorio de tradiciones y de ese mestizaje cultural que identifica a Cuba.
(Tomado de Perlavisión)
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