Si de son se trata, el nuevo disco del septeto Ecos del Tivolí que se comercializa hoy en Cuba, evoca el legado de Miguel Matamoros, fundador del más famoso trío de la música tradicional en la Isla.
Bajo el sello BisMusic, la placa es la cuarta de la agrupación, fundada en 1992, nombrada por un barrio emblemático de la cultura cubana y heredera de la más rancia tradición sonora en una ciudad musical por excelencia.
Con la producción del tresero Pancho Amat, Premio Nacional de Música, el fonograma fue realizado en los Estudios Eusebio Delfín, de Cienfuegos, y tiene como invitados al propio Amat y a la cantante María Victoria Rodríguez, una carismática intérprete del género campesino y otras vertientes populares.
Del total de 13 piezas, ocho son de la autoría de Matamoros, una del boricua Rafael Hernández y una de Siro Rodríguez, otro de los integrantes del trío que paseó por el mundo con rotundo éxito la más auténtica música nacional.
En las notas de presentación, el escritor Reinaldo Cedeño alude al impacto del café-concert Le Tivolí, fundado por inmigrantes franceses y franco-haitianos en una elevación cercana a la bahía a inicios del siglo XIX, desde donde irradiaron tradiciones, costumbres y una notable impronta espiritual.
En ese contexto ubica a los inicios del quehacer musical del autor de Son de la loma, quien tiene en Ecos del Tivolí resonancia perdurable y en este disco una nueva demostración de la vigencia de sones y boleros compuestos para toda la vida.
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