Negros y mestizos en la sociedad civil de Cienfuegos (1899-1912)

Cuando Anabel García García fue acreedora, hace tres años, del Premio de Investigación Histórica Florentino Morales merced a su investigación Negros y mestizos en la sociedad civil de Cienfuegos (1899-1912), este periodista manifestaba la satisfacción porque una joven —23 años a la sazón, recién graduada de la Licenciatura en Historia— se interesase por motivos temáticos tales. Ahora la alegría es doble, pues el sello Mecenas le publicó el laureado material, en el volumen homónimo presentado este viernes en la Feria del Libro, el cual editara Carmen Capdevila Prado y contara con el diseño de Idania Dorta Rodríguez y la corrección de Melba Otero del Sol.

Baza del texto es instaurar caminos de análisis sobre un pasado de elisión a las personas de raza negra: asunto no abordado por la historiografía clásica local. Cual bien afirma su editora en la contraportada, “la autora logra en gran medida discernir el lugar que ocupaban los negros y mestizos en la sociedad civil de los años citados, sin pasar por alto la exclusión racial a la que eran sometidos y que los condujo a buscar la igualdad a través de diferentes vías —algunos la cívica y otros la insurrección armada— cuando consideraron cerrados los caminos legales (…) con singular maestría y un lenguaje sencillo, aunque científico, logra centrar su investigación en llenar ese espacio de la historia cienfueguera, como objetivo paralelo de su estudio”.

Me decía Anabel en la entrevista por el premio, en 2013, que “existen investigaciones sobre la racialidad en Cienfuegos a través del siglo XIX, generalmente vinculadas a la esclavitud y bajo la firma del historiador Orlando García Martínez; sin embargo, hay muy pocas referencias al siglo XX, por lo cual el estudio abre una brecha de examen a terrenos semi explorados. Es una línea nueva que a su vez establece inéditas interrogantes”.

Del mencionado García Martínez —su padre e “ídolo intelectual”—, la joven adquirió la pasión por la historia y en específico hacia el ítem de marras, en tanto Orlando la llevó consigo a los trabajos de campo emprendidos en las zonas de Quesada, Pepito Tey y Soledad, junto a sus colegas, los historiadores Rebecca Scott, de Estados Unidos, y el alemán Michael Zeuske.

En el libro de 114 páginas de la Editorial Mecenas, la autora considera que “en el plano regional las historias escritas sobre Cienfuegos en los siglos XIX, XX y la reciente Síntesis Histórica Provincial son ‘historias blanqueadas’ insuficientes en el tratamiento del tema racial”.

Lo cierto es que todo cuanto antes resultara obliterado, ahora Anabel lo saca a flote por conducto de episodios inéditos acaecidos entre el fi n de la centuria y el significativo 1912. En consideración suya, el alzamiento de ese año “expresó el clímax de las tensiones raciales en Cienfuegos, pero a su vez el verdadero alcance y respaldo social de las diversas propuestas enarboladas por los negros y mestizos en la búsqueda de la igualdad racial y el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos en Cuba“.

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