Por: Lisandra Marene..
2 de septiembre de 2011.
A 85 años de fundado el septeto Los Naranjos, representantes de la Oficina del Conservador de la ciudad de Cienfuegos, recién dispusieron un espacio de homenajes para dicho Conjunto Tradicional de Sones -así denominado también por su trabajo vocal. En la calle Cid entre Santa Clara y Argüelles, donde emergieron como tal, acaeció el encuentro / reencuentro cual necesidad perentoria.
“Hace rato tengo la matraquilla -se le escuchó decir en imágenes a Urbano Aday (Nano), uno de los treseros más longevos en activo a lo largo y ancho del país. Nosotros estamos desatendidos…”. Después, el reclamo de varios asistentes a la cita nocturna: “Yo quisiera escucharlos más. Ojalá estuvieran en alguna presentación habitual o los invitaran a lugares por ahí”.
La voluntad “por rescatar a este grupo con la tradición musical que supone para Cienfuegos, y hacer del mismo un fenómeno (…), es un acto de justicia, valorizador del patrimonio de la ciudad. ¡Admirable! -declaró a la prensa, Magda Resik, directora de Comunicación en la Oficina del Historiador de La Habana. Siempre debemos mirar (…) hacia atrás; de lo contrario no podremos pensar el futuro (…) Y convertir este en un suceso dentro de la comunidad constituye una manera de difundir los valores”.
¿Acaso ha transcurrido algo tarde, luego de ocho décadas y media?
“Sí; al hablar de tanta calidad melódica, de cuánto atesoran… ¡Pero nunca parece tarde si la dicha llega! Materializarlo ahora forma parte del empuje de Irán Millán y su equipo por perpetuar la memoria local (…) Tenemos el deber de dejar a los demás todo lo posible en registros gráfico, audiovisual y sonoro”.
Yusi Padrón, locutora de Fernandina Radio, devino realizadora del documental Guaguancó por Los Naranjos, concebido a propósito del aniversario. Previo al estreno, expresó su intención: “Develar (…) la historia acumulada por personas de un conjunto cuyo nacimiento se debió al tesón de (…) Gumersindo Soriano (…) Una generación tras otra, no solo han cultivado el son, sino que han aportado a este género tan cubano (…) una forma particular de concebirlo al centro sur de la Isla (…) Eso nos dan ellos: la posibilidad de reconocernos en la raíz de lo más nacional”.
Referencias bibliográficas aluden a la rica trayectoria artística del emblemático colectivo, hoy bajo la dirección del trompetista Bartolomé Abreu (Pelencho). Desde el primer baile que amenizara el 3 de abril de 1926, entre títulos fonográficos resaltan Respeta mi tambó, Nadie se salva de la rumba, Los viejos te cantan y La tradición no se olvida. Su proyección internacional evidencia asimismo cómo, pese a la renovación de la nómina, persiste el sello originario.
No extrañan las remembranzas del ya desaparecido Efraín Loyola, estampadas por Luis E. Ramírez en Flauta por flauta (2007): “Todos los que allí estábamos nos hicimos músicos”. Porque “es una escuela donde se aprende; y se estudia; y se enseña a tocar el son”, -afirmó en la muestra proyectada, Humberto Rodríguez, una de las actuales voces, a la edad de 96.
Entonces “resulta importante el reconocimiento -subrayó Noemí Rodríguez, cantante del dúo Así Son. Ha de resaltarse el ejemplo de constancia. Para las jóvenes hornadas de músicos, esta agrupación no ha de ser olvidada, ni obviada (…) A la hora de crear, pudieran incluso tomar sus temas antológicos y proponer arreglos contemporáneos (…) Debe significar un punto de partida para cuantos apuesten por la cubanía desde novedosas sonoridades”.
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