Omara se presenta nuevamente inmensa, mágica y soñadora con su nuevo disco titulado Mis Anhelos, placa producida por la EGREM, grabada, mezclada y masterizada en los estudios Areito, los más antiguos del país.
Los seguidores de la diva del Buena Vista Social Club y de la música cubana en general, tienen en este nuevo trabajo un material de altísima factura, por la calidad del repertorio que incluye (títulos antológicos de la cancionística de la Isla y latinoamericana), el reto que supuso su producción, y la probada genialidad de la gran cantante.
Mis Anhelos, ganador de un Premio Especial en la recién finalizada edición de Cubadisco, es un doble álbum que recoge en 21 temas el excelente trabajo vocal de Omara a dúo con figuras emblemáticas de la música cubana y mundial a partir de la incorporación de su voz a emblemáticas grabaciones originales pertenecientes a los archivos de la EGREM.
Con Mis Anhelos la novia del filin logra cumplir su deseo de cantar junto a destacados intérpretes a los que siempre admiró y disfrutó, pero por diversas razones nunca coincidió con ellos en un estudio para grabar los temas recogidos en este fonograma.
Arrancan los volúmenes con la inmortal habanera Veinte años, tema antológico sobre los versos de Guillermina Aramburu que inmortalizara María Teresa Vera, y que aquí se presenta en una versión muy especial en la que Omara canta junto a la propia Vera sobre la grabación original que aparece en el LP Ecos del pasado, de 1956, con el acompañamiento musical del conjunto de Nené Allué.
Es pertinente advertir que en algunos títulos la diva cubana trabaja como segunda voz, mientras que en otros, como precisa la musicóloga Grizel Hernández Baguer, autora de las notas discográficas, “dialoga con los cantantes originales con sutiles respuestas musicales entre versos y frases”.
Junto a la Vera también asume el bolero Porque me siento triste, que aparece en el larga duración de 1958 María Teresa Vera y su conjunto.
Junto a su amiga de siempre, Elena Burke, Omara canta dos temas de culto dentro de la cancionística, la primera: Alma Libre, con el apoyo del grupo Todos Estrellas EGREM, y segundo: Mil congojas, acompañada por la orquesta de Rafael Somavilla y registrada en un acetato también de finales de los 50.
Por la línea de los clásicos sigue Omara al unir su voz a la de Tito Gómez y la Orquesta Jorrín en el bolero-chá Vereda Tropical, y al eterno Bola de Nieve en la inmortal No puedo ser feliz, de Adolfo Guzmán, y Mamá perfecta, esta última precedida por la voz de Miguel Barnet declamando su poema Oriki para Bola de Nieve.
La cantante cubana también incluye en Mis Anhelos los boleros Esto sí se llama querer, junto a Miguelito Cuní y el Conjunto Niño Rivera; Nunca, con Barbarito Diez y la Rondalla Venezolana, y Conocí la paz, junto a Benny Moré y su Banda Gigante.
Entre las grandes figuras internacionales a las que Omara incluye en el fonograma están los norteamericanos Nat “King” Cole en Quizás, quizás, quizás, cha cha chá del cubano Osvaldo Farrés, y el pegajoso El bodeguero, de Richard Egües; mientras con Josephine Baker escoge Mi corazón es para ti y Nuestras Vidas, ambas del cubano Orlando de la Rosa.
El Rey visitó La Habana en 1958 y grabó el LP Cole, en español junto a la orquesta del mundialmente famoso Cabaret Tropicana, bajo la dirección del maestro Armando Romeu en la época del boom del cha cha chá, por lo que ambos títulos significaron un hito dentro de la carrera artística del gran cantante.
Por su parte la Baker grabó en la capital cubana, en 1966, el disco Josephine Baker en La Habana, con el apoyo de la Orquesta del Teatro Musical, conducida por Toni Taño.
En la cancionística como género varios autores mexicanos se destacan por la calidad e intensidad que de los intérpretes exige, Omara no deparó en detalles y en Mis Anhelos incluye Todo y nada, de Vicente Garrido, dueño de una obra muy conocida en la Isla; sin embargo del romántico Agustín Lara escoge el bolero-son La Cumbancha, en el que acompaña a Carlos Embale y al Septeto Nacional Ignacio Piñeiro sobre una grabación de 1987 titulada Clásico del Son.
El danzón, baile nacional cubano, es también objeto de los anhelos de Omara, que funde dos obras de excepcional arraigo nacional como La mora y Virgen de Regla, ambas de Eliseo Grenet, esta vez a dúo con Barbarito Diez y el apoyo de la Orquesta Sinfónica Nacional.
En la placa, la diva del Buena Vista Social Club, une su voz igualmente a Celina González, José Antonio Méndez, Moraima Secada y Carlos Puebla, en lo que constituye un basto recorrido por una etapa de la canción cubana que marcó las tendencias musicales de la Isla hasta nuestros días.
Las palmas para todo el equipo técnico que hizo posible la existencia de una joya como Mis Anhelos, que exigió un concienzudo trabajo en la grabación, mezcla y masterización de cada título donde se combinó la voz de la novia del filin con la de los interpretes originales a partir de placas creadas hace más de 50 años.
Por la misma línea agradecer a Jorge Rodríguez, experimentado productor musical y autor de la idea original, por exhaustiva labor investigativa en los archivos de la EGREM.
Mis Anhelos es un disco que va mucho más allá de los deseos de Omara de saldar deudas artístico-personales, es un monumento a la música cubana y a varios de sus más importantes exponentes. La capacidad de desdoblarse para asumir los disímiles géneros que recoge en el álbum y la sutileza con que su voz aporta frescos matices a cada interpretación solo son una muestra de su grandeza como cantante.
Omara, una vez más se sale con la suya, definitivamente cumple su anhelo, deseo que comenzó a consumar hace unos años (2010) con el fonograma Rompiendo la rutina, también de la EGREM, donde hizo dúos junto a esa gran voz de Cuba que fue Paulina Álvarez, La Emperatriz del Danzonete.
Deja una respuesta