Liuba María Hevia: afinación de dioses

liuba_y_rosa_terry-cfgos

liuba_y_rosa_terry-cfgosPor: Dagmara Barbieri López..
15  de julio de 2011.

La carismática artista hace estancia durante tres días en la Perla del Sur, como parte de su gira nacional de verano. Entrevistada para el CINCO digital, ofreció la primicia de la próxima grabación de su disco “Versur”, homenaje a autores del hemisferio inferior de la Tierra.



Apenas se abre el telón, un halo místico seduce. Poesía, lirismo, profusión de géneros ensamblados por uniones de elementos tradicionales y contemporáneos, hacen del concierto de Liuba María Hevia un espectáculo singular.

El teatro Tomás Terry, de Cienfuegos, se engalanó con el acontecimiento y es que Liuba es el fruto de una hornada “revelación” de los años 80, que según ella misma, fue una década luminosa para el planeta:

“De esa generación, hoy el más malo ha hecho cosas increíbles, me enorgullezco de eso; disfruté de la complicidad de sus afectos, de su camaradería, cosas me marcaron hasta hoy”.

¿Cómo fueron sus inicios y formación?

“Muy sencillos. Nací de una guajira de Matanzas y un guajiro de Villa Clara. Mi madre, separada, hizo magia para criar tres hijos; yo no podía ir a una escuela en la capital, y entonces habló con María Ruena, una señora que ahora dice que solo yo la menciono, y me consiguió un curso emergente”.

¿Cree en el mito de la “leyenda personal” de Paulo Coelho?

“¡Como no, únicamente en eso! Además de vocación, hay un misterio, una fuerza que nos acompaña; yo desde pequeña siempre dije que iba a ser artista. Por eso mis mejores momentos hoy son los de mis premoniciones, pues me siento niña.

“La academia es importante, pero no imagino un pentagrama lleno solo de notas, sin espíritu”.

¿Prefiere la música guajira o la infantil?

“No veo las fronteras. Soy hija del campo y esa es mi alma, es más, las personas que la tienen, poseen una energía más pegada al hombre; puedo citar a Miguel Hernández, es una especie, digamos, de ‘alma al desnudo’, sin las trampas de la ciudad ni las mañas para sobrevivir en ella, y en esa ingenuidad están los niños, lo más puro; para mí es lo mismo”.

Casualmente, el concierto cienfueguero se efectuó el 14 de julio, aniversario de la desaparición física de Ada Elba Pérez, autora de la mayoría de las canciones infantiles interpretadas por Liuba María. ¿Qué significó ella para usted?

“Lo fue todo en mi vida artística, escribió para mí guajiras, piezas para los pequeños, su influencia definió mi repertorio”.

Me dice que no tuvo escuela. ¿Cómo se vincula a esa generación talentosa, pues usted comenta tener amistad, además de con Ada Elba, con Isabel Santos y otros afamados contemporáneos?

“Todos nos conocimos en París, fue una cita de jóvenes premiados en 1992”.

¿Qué opinión le merece Cienfuegos?

“Trabajé aquí en 1985 con los hermanos Novo; yo salí de una escuela del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), que la pasé ya adulta, cuando gané en el programa televisivo popular ‘Todo el mundo canta’; esta es una ciudad que sobrecoge, es maravillosa”.

¿Proyectos futuros?

“Te voy a dar una ‘exclusiva’, pronto grabaré un disco con autores del Sur, se llamará VERSUR”.

¿Será una alegoría  a esos que no están en el Norte, sino  en el Sur, no en la cima de la civilización, sino en el otro lado, cuya profunda redundancia crea   paradigmas emancipatorios?

“Sí, hay muchos sin explotar que no me puedo permitir que sigan así”.

¿Qué significan para usted los niños?

“El espacio que me renueva, que me cuestiona, el público más exigente”.

Esta voz imprescindible del panorama musical cubano canta como los dioses. Su  actuación es un encuentro de ángeles que dicen adiós a toda tristeza, una cita con la armonía, un culto al mejoramiento humano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categories