Por: Lisandra Marene.
28 de diciembre del 2010.
Léster Díaz: Técnica clásica con gran poder de interpretación. Categoría: solista… Al leer en el sitio web de la compañía, una breve reseña biográfica, adquiere usted cierta noción sobre cuánto define a este joven nacido en 1988.
Aunque, si bien en términos generales y online resaltan los calificativos “arriesgados” y “emocionantes a la vista”, dicho integrante del Ballet Laura Alonso se describe a sí mismo desde la historia personal.
“El comienzo de mi trayectoria se remite a los siete años de edad. Inicié estudios en la Escuela Vocacional del Centro de Promoción de la Danza (ProDanza),donde pasé el nivel elemental. Luego fui a la Nacional de Arte (ENA) y ahí cursé el ‘medio’. Me gradué en 2008 (con título de Bailarín-Profesor) y pasé a formar parte del cuerpo de baile de ProDanza”.
Cual refiere la crítica especializada, la formación y el entrenamiento al interior de dicha institución, revelan exigencia técnica. Remiten a una metodología que, en sí misma, busca garantizar el progreso profesional.
¿Qué requisitos esenciales se precisan para devenir parte de una compañía como la fundada en 1995 por la también organizadora y promotora del Cuballet?
“Primero hay que estar enamorado del ballet, espiritualmente. Luego, proponerse eliminar toda clase de vicios y asumirlo con responsabilidad y sacrificio. Crecerse ante las dificultades”.
¿Y cuánto de la docencia y experiencia ofrecidas por tan reconocida maitre, crees haber asumido con mayor modestia?
“La necesidad de trabajar diariamente, ¡aún sin ganas por determinada circunstancia! Hay algo bien cierto: no todas las mañanas te levantas con ánimos para bailar. ¡Y es cuando más debes hacerlo! Un día que pierdas, jamás lo recuperas: lo aprendí de ella. Además, me ha enseñado a interpretar cualquier pieza con la máxima seriedad requerida”.
¿Qué obras disfrutas más?
“Me fascinan los ballets históricos. Espartaco resulta uno de los que aquí en el país no interpretamos mucho; yo lo disfruto cantidad si algún extranjero lo presenta en festivales u otro evento internacional. Me emociona el temperamento que demanda, la lucha por la libertad, el amor: ver representados esos sentimientos siempre me impacta.
“Por el contrario, no me atraen los personajes negativos -aunque en la vida cotidiana los hay. De poder elegir, apartaría también el romance en exceso.
Prefiero lo real, con sus diferentes matices. Sin embargo me sentí identificado con Drácula; tiene su historia, es más agresivo y salvaje.
“Recuerdo, además, la primera vez que bailé El lago de los cisnes; no me sentía identificado con el papel. ¡Mi primer clásico! Además, un príncipe de la Edad Media visto sobre el escenario en un simple muchacho, de mediana estatura… Entonces me parecía raro”.
Tras cada salto, pose, cargada o movimiento quisieras…
“Ser reconocido. ¿Cómo? Me gustaría que vieran en mí al bailarín que se esfuerza por mostrar su arte”.
¿A quiénes, de las figuras del ballet cubano, identificas como tus principales paradigmas?
“Son tres los que me incentivan: Andrés Williams, José Manuel Carreño y Carlos Acosta”.
¿Cuál es la significación que en ti alcanzaría un premio?
“Los concursos no me motivan”.
¿Tu principal reto?
“Bailar”.
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