Por: Onelia Chaveco Chaveco.
9 de noviembre de 2011.
Las mayores flores de yeso reportadas en territorio cubano se encuentran en la provincia centro-sureña de Cienfuegos, exactamente en las profundidades de la cueva Martín Infierno, de la cordillera Escambray.
Consideradas como formaciones secundarias dentro de esa caverna, las flores de yeso resaltan por su extraordinaria belleza y sus caprichosas estructuras.
Los entendidos las han denominado por sus formas con diferentes nombres, anemolitas, o flores de yeso, leche de luna, pétalos, mantos o cortinas. Esas formaciones calcáreas estas constituidas a base de la calcita microcristalina.
Como es sabido, el yeso no es más que una roca sedimentaria formada de sulfato de cal hidratado y cristalizado, el cual al mezclarse con agua se endurece y puede conformarse en disímiles estructuras.
Pero las flores de yeso no son la única exclusividad de la cueva cienfueguera. Allí se encuentra la considerada por especialistas como mayor estalagmita del mundo, con 67,2 metros de altura y una base de 40 metros.
La cueva Martín Infierno se ubica a unos 650 metros sobre el nivel del mar y posee varios salones en su interior, como el del Bonsai -por crecer en su interior pequeñas matas de café- y el del Infierno.
En ese último, según cálculos recientes, se formaron hace unos cinco millones de años la distinguida estalagmita, de cerca de 100 mil toneladas de peso, además de las flores de yeso.
Por sus peculiaridades, Martín Infierno fue declarada Monumento Nacional en 1990 y su leyenda cuenta que en su interior murió de hambre y de sed un esclavo que huyendo de los rancheadores cayó por el hueco de tal oquedad.
Deja una respuesta