La plasmación del sexo como una guerra de placeres, con la carga histriónica de las grandes epopeyas, define a la propuesta Relato épico, del joven pintor Luis Miguel Rivero García, quien recién acaba de ganar la Beca de Creación Mateo Torriente 2023, convocada por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en Cienfuegos.
Alrededor de 12 piezas conforman la muestra galardonada, la cual —según los críticos— se regodea en el dramatismo de los cuerpos para sugerir, desde la visualidad, esas semejanzas o puntos paralelos con una batalla.
¿Qué posibilidades abre para Relato épico y su autor la obtención de este nuevo lauro?
“Contribuye mucho a la producción de la serie y, finalmente, a su exhibición, pues colabora con financiamiento (12 mil pesos cubanos), además de garantizar un espacio dentro de la programación de nuestras galerías, ya sea la de la Uneac en Cienfuegos u otra de las existentes en la ciudad cabecera”.
Al reconocer el conjunto de obras, el jurado ponderó las construcciones visuales vigorosas, expresivas, y con un depurado estilo personal. ¿A qué temas se acercan? ¿Qué elementos técnicos las distinguen?
“Por lo general, abordan la temática del erotismo, a partir de imágenes de otra naturaleza. La idea fue proyectarlas desde lo pictórico con técnicas muy tradicionales. Son piezas de pequeño y mediano formatos, la mayoría óleo sobre lienzo, y algunas, óleo sobre madera”.
Junto a esa aproximación al sexo, se afirma que tus pinturas desbordan pasión por las mujeres y los niños. ¿Cuánto es así?
“Ha sido por etapas. En otros momentos me han interesado los problemas sociales o la creación más íntima y autorreferencial. Ahora, en este periodo de mi carrera, utilizo imágenes vinculadas al erotismo y al cómo uno las asimila”.
Los promotores en línea de la obra de Luis Miguel Rivero alegan que poseer un cuadro suyo es como tener el sol cubano en casa. ¿A qué se refieren?
“Cada persona tiene una interpretación o modo de ver las cosas. Supongo que dicha valoración resalte la luminosidad implícita en varias de las piezas, las cuales, probablemente, lleven esa marca de identidad de Cuba, del contexto donde vivimos, de la incidencia aquí de la luz”.
Al apreciar los cuadros de la serie Relato épico, ¿resulta posible develar en ellos al autor, o el autor se convierte en otro personaje?
“Quizás me distancie un poco a la hora de crearlos. Incluso, es el objetivo de la propuesta: ver cómo nos comportamos artista y público en un contexto social determinados, especialmente al conectar con imágenes no tan comunes. O sea, hasta qué punto estamos involucrados o lo asumimos desde una perspectiva más fría y calculadora”.
La mirada desprejuiciada de tus pinturas, a veces hiperbolizada, ¿en qué medida enfrenta o no posiciones de resistencia?
“En mi caso, no he encontrado ninguna. La serie en cuestión se ha exhibido de manera aislada, sin censura ni obstáculos en el camino. Claro, siempre existe el tabú o la postura conservadora, porque igual no todos compartimos la idea de que sean piezas cómodas de ver”.
Profesor de la Escuela Provincial de Arte Benny Moré y miembro de la Uneac desde hace casi una década, Luis Miguel Rivero García acumula, a sus 32 años, numerosas exposiciones individuales y colectivas, así como premios y menciones en eventos de las artes visuales en el país. Aunque hoy sus inquietudes artísticas son disímiles, persigue como principal meta la expansión y conclusión de Relato épico.
“Quiero —concluyó— aumentar el número de obras, enriquecer y madurar la propuesta, a partir de imaginar otras formas de hacer”.
Autor: Roberto Alfonso Lara