Noche del Teatro Terry en Cienfuegos. Noche del 30 de Septiembre de 2014. Noche de homenaje por los 75 años de la Orquesta Aragón de Cienfuegos… de Cuba… del Mundo.
Fue una noche de sorpresas. Un homenaje con distinciones que fueron desde los obsequios de las primeras autoridades de la provincia hasta un humilde, pero hermosísimo soneto de Veguita. Intérpretes jóvenes rindiendo homenaje a “la que llegó y triunfó”… intérpretes no tan jóvenes como Lázaro García con una voz increíble después de dejar el cigarrillo y el gesto de entregarle a Rafelito Lay los espejuelos que usaba su padre al morir en aquel trágico accidente.
Más, todas las emociones fueron pocas cuando la orquesta Aragón comenzó a cantar sus grandes éxitos. Yo hoy decía en la radio que si uno cerraba los ojos le parecía estar escuchando una grabación de los años 50 o 60… que aquellos eran Bacallao, Pepe Olmos y Rafael Lay, Sr. Sin embargo no, era la actual alineación vocal de la orquesta… también con otros instrumentistas, pero con el impecable sonido de la Aragón.
¿Para qué hablar de la respuesta del público?. Teatro lleno, euforia total ante cada éxito. Un público que se ponía de pie constantemente… o más bien, lo ponía de pie la Charanga Eterna. De repente invitan a una jovencita que solo lleva dos años de graduada en flauta y bueno, aquella chica arrancó los aplausos más sólidos de la noche. Rafelito dijo: “El relevo de la música cubana está garantizado”.
Casi a las 11 de la noche concluyó aquel concierto desde ya, memorable.
Hay que agradecerle a Miguelito Cañellas, que una vez más ha favorecido que en el Terry se brinde un espectáculo de refinada calidad. Hay que agradecerles a los artistas cienfuegueros tan válido homenaje. Pero sobre todo, hay que agradecerle a la Aragón, seguir siendo esa orquesta que un día se despidió de su locutor de la CMHK de Cruces, que era mi padre, para conquistar la gloria que llega a nuestros días y que sin dudas, le acompañará por siempre.
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