Con una rica tradición musical, proveniente del siglo XIX, en el año 1910 quedó inaugurada la Academia de Música, gracias a las gestiones de entusiastas amantes del más universal de los idiomas.
La institución, con carácter gratuito, comenzó en la sala de la vivienda de Genaro Pérez, primer profesor, quien en gesto altruista puso su hogar a disposición de los interesados, que fueron numerosos. A las clases asistían adolescentes, jóvenes y mayores, quienes recibían una adecuada educación musical, lo que contribuyó a la formación de la Banda Municipal de Conciertos en 1914, a 200 años de la fundación del poblado.
Aquella Academia fue sin dudas una fértil sedimentación para la creación de agrupaciones musicales, a decir, la Orquesta de Genaro Pérez, las Orquestas Pérez-Sánchez, Mena-Castiñeyra, Jóvenes del Sur, con sus cantantes Rey Caney (Reinaldo Hierrezuelo), Bartolo Olmos (hermano de Pepe Olmos, una de las voces de la Orquesta Aragón), así como Simeón Moré, sobrino de Benny Moré.
Músicos camaronenses han formado parte de agrupaciones cienfuegueras, entre las que se encontraban la Orquesta Jagua y su director Orlando Águila, la Orquesta Costasur, el Conjunto Musicabana, Campesino Cienfuegos, Los Naranjos, donde fungió como director José Hernández (Joselillo).
Otras agrupaciones recibieron la savia musical de los hijos del pueblo más antiguo de esta región: Orquesta de Armando Romeu, Julio Cuevas, Ernesto Duarte, Pacho Alonso, Conjunto de Nelo Sosa, Banda Gigante de Benny Moré, Carlos Faxas, Pancho el Bravo, Eddy Gaytán, Revé, Estrellas Cubanas, Banda Nacional de Conciertos, Conjunto Folclórico nacional, Orquesta ICRT y Teatro Musical de La Habana, entre otros.
También la Academia incluía la participación de mujeres, quienes generalmente elegían el clarinete como instrumento musical. Entre ellas se destacaron las hermanas Teresa y Esther Mena, Bárbara Pérez y Ángela Hernández Martínez (La dianera). Todo el prestigio alcanzado por la institución estuvo acompañado por la pasión y el amor al trabajo de creación musical, de sus profesores Genaro Pérez, Luis mejía, Andrés Mena y Gerardo Pérez Moya (hijo de Genaro) y último que realizó esta labor. Además de la original, la academia tuvo cuatro sedes más.
Este emporio de música dejó de existir como tal en los primeros años de la década de 1970 del pasado siglo XX. Mucho queda por decir de la riqueza musical de Camarones y del papel de decenas de sus hijos. Gracias, como siempre, al amigo historiador y promotor cultural Raúl Cazorla Pérez, por contribuir a salvar del tiempo y el olvido la memoria afectiva de su pueblo.
Autor: Alberto Vega Falcón