30 de octubre del 2008
Al decir de Lisvany García, técnico del Departamento de Curaduría y Montaje, “presenciamos un salón atípico en el que el paisaje contemporáneo se devela a través de la experimentación”.
Considerado una de las manifestaciones de mayor historia y fuerza en las artes plásticas cubanas, en esta edición persigue un trasfondo conceptual más fuerte respecto al enfoque tradicional.
Romel Romero y Mariano Basulto con el proyecto instalativo Oxigene Al Noterdam; Nelson Costa con Sueños Húmedos y Frank E. Sarría con la serie Paisajes, otros, resultaron los premiados de un total de dieciocho participantes. Sin embargo, los organizadores del evento previeron un mayor número de concursantes dado su carácter territorial. ¿Las expectativas? “No fueron satisfechas”, agregó Lisvany.
Camilo Villalvilla Soto, miembro del jurado, opina: “El certamen buscaba mayor diversidad de perspectivas técnicas; propuestas novedosas en cuanto a formato y soporte. Buscábamos productos con una connotación urbana como característica particular y contemporánea en el sentido de apartarse de lo académico. Se trataba de desligar el género de las clásicas copias de una realidad natural.
Pero tuvimos que ser flexibles con esos requisitos desde la admisión de las obras. No se presentaron figuras consagradas, quizás porque les cuesta asumir una ‘manera de hacer’ fuera de lo convencional”.
Basada en las consideraciones de numerosos especialistas, Iris Cepero escribe: “Tanto el paisaje rural como el urbano constituyen una de las más significativas revelaciones del pensamiento pictórico de la Isla”.
Entonces, la convocatoria deviene excelente oportunidad para conformar una visión renovadora. Promover la búsqueda de soluciones estéticas dentro de esta manifestación artística de seguro ampliará el panorama paisajístico nacional.
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