Fundación de la colonia Fernandina de Jagua: Cienfuegos y su identidad

Un hecho histórico que definió el origen y consolidación de la identidad cienfueguera lo constituyó la fundación de la colonia Fernandina de Jagua, el 22 de abril de 1819. Cada anivesario significa una expresión colectiva de orgullo, esa composición de cubanía con cienfuegueridad, estampada en el patrimonio material e inmaterial que distingue a la Perla del Sur, la Ciudad del Mar.

De Cienfuegos, no solo su impresionante estética construida, su Prado aportalado, la bahía que inunda. De Cienfuegos, de su antes colonia y después Villa, hoy nuestra provincia, se percibe una conjunción equilibrada de leyendas, personalidades, monumentos y símbolos.

De estos, la bandera. La primera poetisa de la naciente ciudad, Clotilde del Carmen Rodríguez, la Hija del Damují, la bordó para que fuera enarbolada durante la guerra de independencia. Fue Germán Barrios Howard quien la llevó en estos inicios de las gestas libertadoras. Un busto de la poetisa y creadora de la bandera, se encuentra en el Parque Martí. Fue ubicado en 1924, promovido y donado por Pedro Modesto Hernández.

La bandera posee las similitudes con su homóloga francesa, como también el escudo, con su  lema Fe, trabajo y unión, representativo de la región gala y sus influencias. El escudo fue diseñado por Agustín de Santa Cruz, en 1831. Deternerse a apreciar sus elementos es convencernos aun más de esta identidad cienfueguera. La imagen de la Fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, construida para resguardar el territorio, es una de las representaciones del escudo, y el árbol de Jagua, vocablo aborigen que nos traslada además a una leyenda y su proyección material de bahía, nuestra bahía.

El himno, que tambien posee en su letra el lema Fe, trabajo y unión, fue escrito por Anastasio Rivera y musicalizado por José Mauri.

Son las primeras dos estrofas las que se cantan y acompañan los hechos culturales significativos de nuestra ciudad. La profundidad de estas letras, con la exactitud que acompaña visualmente nuestro territorio y su entorno, y la remision a la Ilustración, de donde se funda y crece nuestra colonia, constituyen una síntesis lograda. Solo dos términos pueden traer dudas en su sigificado: nimbado y blasón. El primero en su interpretación nos transmite al ejercicio de dibujar o hacer una aureola sobre algo, y blasón, es el sinónimo de escudo o sus elementos. Lo que refuerza aun más esa alegoría a la luz, al razonamiento:

En tu escudo, Cienfuegos, aun brillan

las palabras de austera virtud

conque el prócer de Jagua  ha  nimbado

tu blazón y tu historia de luz.

Gloria a ti, la ciudad laboriosa

y a tus campos amados del sol.

Pueblo grande de Dios bendecido

por tu fe, tu trabajo y tu unión.

Fernandina de Jagua, en su denominación de colonia, fue la simbiosis hispana y aborigen, pero además, la influencia de su tiempo, cuando fue creciendo la colonia, luego villa, después ciudad. Fernandina se nutrió de sus fundadores, de sus huellas nativas, de la convivencia y persistencia. Así, con el vínculo perenme con la bahía, con sentido urbano del núcleo fundacional concibiendo su prolongación, ha continuado su crecimiento, entre lo moderno y lo tradicional. Razones para una identidad (Editorial Mecenas), de la investigadora Teresita Chepe Rodríguez, siempre recordada, ofrece una visión integral de los elementos que favorecieron la denominación de esta “cienfuegueridad”, y  resulta una obra necesaria para comprender nuestros procesos identitarios.

Dtora. Oficina de Monumentos y Sitios Históricos.
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