Fidel con intelectuales, en diálogo con el infinito

Fidel encuentro con intelectuales

Fidel encuentro con intelectualesPor:AIN.
11  de febrero de 2012.

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz tuvo un encuentro en esta capital con intelectuales de 22 países, asistentes la mayoría a la Feria Internacional del Libro Cuba 2012, unidos por la Red En Defensa de la Humanidad, a favor de “la paz y el medioambiente”.



De acuerdo con una reseña que hoy publican Granma y Juventud Rebelde, el diálogo se extendió por más de nueve horas, iniciado con una introducción reflexiva de Zuleika Romay, Premio Casa de las Américas 2012 y presidenta del Instituto Cubano del Libro, en torno a los motivos del encuentro.

Precisó que este se inspira en el alerta que hace 20 años lanzara Fidel en la Cumbre de la Tierra sobre el riesgo de extinción que amenaza a la especie humana, más grave hoy que hace dos décadas, subrayó.

Luego de presentar a las personalidades más prominentes entre los invitados preguntó al anfitrión qué le parecía el auditorio, a lo que él respondió sonriendo, “infinito”, seguramente imaginando cuanto podría extenderse el diálogo con esta sólida representación de la intelectualidad de izquierda, que se nucleó en la Red en el 2003 por iniciativa del líder cubano.

Abrió el diálogo el escritor y periodista hispano Ignacio Ramonet con una síntesis de sus palabras al recibir en la mañana el título de Doctor Honoris causa de la Universidad de La Habana, centrado en las prácticas del sistema mediático global.

Sostuvo que la información funciona como una rara mercancía gratuita debido a que por intermedio de ella -cada vez más vaciada de contenido- las personas son vendidas a los anunciantes, señaló.

La tesis de Ramonet -precisa la reseña- puso a girar el debate en torno a todo lo que pueden y deben hacer los intelectuales para evitar la catástrofe planetaria, cuando sus esfuerzos chocan, diría Abel Prieto, “contra la manipulación o el silencio”.

Stella Calloni, escritora y periodista argentina, demandó una urgente reactivación articulada de la Red, tras lamentarse angustiada de lo que calificó como aterrador silencio con el que la Humanidad está asistiendo a sucesivas guerras.

Ella las nombró una por una, desde Afganistán hasta Libia, llamando la atención sobre el guión repetido que amenaza ahora a Irán y Siria, y casi ocho horas más tarde, sus palabras tendrían eco en las del intelectual brasileño Frei Betto.

Betto demandó una autocrítica para valorar lo que calificó como “nuestra inserción social”, e instó a generar proyectos, no solo indignación, porque esta no basta -dijo- para resolver la injusticia global.

El encuentro con Fidel, iniciado a la una y veinte de la tarde, concluyó pasadas las 10 y 20 de la noche, con apenas dos breves interrupciones de receso.

Impresionados por la vitalidad y entusiasmo del Líder Histórico de la Revolución, todos los que intervinieron se congratularon por su visible recuperación, pero fue el fraile dominico brasileño quien mejor lo sintetizó.

Frei Betto advirtió jocosamente que debían terminar porque aún Fidel tenía que atender “tres delegaciones, leer muchas informaciones y unos cuantos libros”, y que nadie preguntara cuál es el milagro que lo permite, porque es un secreto del Estado cubano.

Después Betto agradecería a Fidel “por su paciencia, su diálogo, su capacidad para escuchar.” y pediría que Dios bendiga “a este país y la vida y la salud” del líder de una Revolución, cuya obra definió como evangélica “porque alimentó al hambriento, curó al enfermo, dio trabajo al desocupado, tal como piden las Sagradas Escrituras”.

Entonces tomó la palabra Fidel, quien levantando un paquete de cables de prensa entre las manos, advirtió que se trataba de noticias solo de los tres últimos días, y propuso leer y comentar algunas para confirmar la gravedad de la alarma que los había reunido.

Lo menos que podemos hacer es lograr que la población esté informada, subrayó al terminar, y propuso armar un libro con todas las ideas y propuestas vertidas durante el prolongado diálogo.

“Hay que luchar”, repitió como otras veces, “no nos podemos dejar vencer por el pesimismo. Es nuestro deber”, concluyó el Comandante en Jefe.

Zuleika Romay, quien presentó a las personalidades más prominentes entre los invitados, comentó las generalidades del conjunto: Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, y Sergio Pitol, Premio Cervantes 2005.

También Stella Calloni, Carlo Frabetti, Francois Houtart, Frei Betto, Ignacio Ramonet, Atilio Borón, Farruco Sesto, Miguel Bonasso, Carmen Bohórquez, Peter Phillps, Santiago ALBA y Mayda Acosta.

Igualmente estaban presentes importantes escritores e intelectuales caribeños, representantes de las culturas invitadas a la Feria: Norman Girvan, Chiqui Vicioso, Kendel Hyppolite, Alejandro Carpio, Daniel Ferreira, Lenito Robinson, Bárbara Chase, Carlos Roberto Gómez, René Baptiste, Cynthia Abrahams, Lasana Sekou, Pedro Antonio Valdés, Johan Roozer, así como Kari Polanyi Levitt, estudiosa del Caribe.

Por Cuba, varios premios nacionales de Literatura, de Historia y de Ciencias Sociales, además de científicos cubanos de varias especialidades.

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