Iván Giroud aseguró que su principal meta como director general del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano será defender la identidad y alcance del emblemático certamen.
En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, Giroud confesó que le emociona regresar al evento fílmico que dirigió de 1994 a 2010, y que en su antiguo despacho se siente como “en casa”.
Sin embargo, le espera la epopeya de organizar para diciembre el Festival del aniversario 35, que rendirá tributo a su fundador y presidente, el recién fallecido Alfredo Guevara.
“Trabajaremos a partir de ciertas premisas que dejó Alfredo, pero haciendo énfasis en una programación que colme las expectativas de un público cultivado, todo un trabajo de orfebre”, explicó Giroud.
Destacó que el festival habanero tiene una identidad sólida, que debe ser defendida como única garantía de supervivencia, para responder a las necesidades del público y del cine mismo.
Consideró a la cita habanera uno de los eventos más importantes dentro de la red de festivales que constituyen hoy día el principal circuito de distribución y proyección del cine independiente.
“Lo más difícil de organizar un Festival es hacer que parezca fácil”, reconoció Giroud, consciente que hacerse de un público toma años, pero se pierde rápido si se descuidan las líneas de identidad.
Un evento de tal magnitud requiere no solo recursos, sino mucha cultura y una vasta red de contactos y relaciones que faciliten gestiones como la obtención de derechos o copias, ejemplificó.
Aún así, considera fascinante el trabajo de conseguir un programa en el que las películas dialoguen con el público y entre sí: “El Festival necesita alimentar la cinefilia”, puntualizó.
A propósito, le parece muy interesante el actual proceso que vive el cine cubano, que se replantea sus estructuras desde la base, con un papel activo de los realizadores y amplia representatividad.
Giroud trabajó los últimos años en la coordinación de la parte latinoamericana y caribeña del Diccionario del Cine Iberoamericano, una de cuyas copias guarda en su oficina, que aún acondiciona.
Además de su experiencia en el festival cubano, Giroud asesoró en varias ocasiones otros certámenes fílmicos de renombre, como el de Cartagena de Indias y el de Cine Donostia-San Sebastián.
El Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana surgió en 1979 con el objetivo de reconocer y difundir la cinematografía de la región con valores que reafirmen la identidad cultural autóctona.
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