El 15 de diciembre de 1920 nació en la ciudad de Cienfuegos una de las grandes leyendas de la música en esta isla caribeña: Félix Eusebio Molina Marín, conocido en el panorama musical como Felito Molina.
“La vida entera de Felito fue un acto de entrega a la música”, escribió la compositora, guitarrista y cantante Marta Valdés. En su infancia y adolescencia, Felito Molina conoció a figuras de renombre en la música nacidas en el territorio cienfueguero, como el violinista y director de la orquesta Aragón, Rafael Lay, y Marcelino Guerra “Rapindey”, autor de temas como A mi manera y Convergencia.
A partir de los 15 años, este guitarrista y tresero comenzó a formar parte de diversas agrupaciones de su terruño natal como los cuartetos Molina y Hermanos Ramos, los septetos Melódicos Cienfuegueros y Melodiosos de Ramito, Trío Peña-Rodríguez-Molina, entre otros.
También dejó su huella en las orquestas de Efraín Loyola y Barbarito Diez, el grupo Revelación, y el conjunto de sones Los Naranjos, en esta última se inició en 1968 hasta su deceso, ocurrido el 26 de agosto de 2010.
Más de 50 composiciones donde se mezclan guaracha, chachachá y danzón, llevan su firma, entre las cuales aparecen Salsita y cariño, Déjate de chisme, Deja que siga la corriente, Mi cariño ven, Mambo sensacional, Como gota de rocío, Luna sureña y Costa sur.
En su aporte como pedagogo y promotor cultural, destaca haber contribuido a la fundación de los Aragoncitos, agrupación integrada por niños y adolescentes quienes interpretan temas de la orquesta Aragón.
Felito Molina mereció uno de los Premios de la Excelencia de Cubadisco y la medalla Alejo Carpentier, que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba a quienes desarrollan una labor destacada en el enriquecimiento de la cultura nacional.
Sus restos reposan junto a los de Rafael Lay y Efraín Loyola, en un túmulo funerario erigido desde mayo de este año en el cementerio Tomás Acea, de su ciudad natal.
Deja una respuesta