En los predios de Beny Moré Salsa, béisbol y música sinfónica

Conjunto los naranjos

Conjunto los naranjosPor: Pedro de la Hoz y Julio Martínez Molina.

No hubo mejor pretexto que la celebración del aniversario 192 de la fundación de la ciudad para reunir en un mismo fin de semana a una singular programación sinfónica, una multitudinaria sesión bailable y el homenaje a los integrantes del equipo de béisbol, que por primera vez en la historia de las series nacionales accede a la etapa semifinal.

 

Por iniciativa del maestro Frank Fernández, la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la conducción de Enrique Pérez Mesa, se trasladó hacia el territorio sureño.

Si bien la entrega que tuvo lugar en el Teatro Terry se inscribe entre los momentos estelares de la institución en los últimos tiempos, la huella mayor del aporte del prominente pianista fue la que dejó nada menos que en Santa Isabel de las Lajas, poblado donde nació el gran Beny Moré.

Nunca antes se había presentado allí la Sinfónica Nacional, quien junto a Fernández asumió un repertorio agradecido pero riguroso. Pianista, conductor y músicos conectaron a plenitud con un público atento y ávido, impregnado de la idea de que los horizontes sonoros son mucho más amplios que los que suelen establecer los códigos mediáticos recurrentes y las prácticas culturales habituales en esa comunidad.

Esto sucedió el sábado en la noche. Al día siguiente, en la Plaza cienfueguera, más de 15 000 personas se agolparon expectantes para disfrutar de un concierto de Los Van Van, orquesta que hacía un lustro no se presentaba en la ciudad.

Música popular bailable elaborada al más alto nivel, inconfundible sello tímbrico, maestría en las orquestaciones y una fuerte pegada en la línea vocal —todo ello fruto del sobradísimo talento del maestro Juan Formell y de la sucesión generacional de su hijo Samuel—, insuflaron aires de fiesta a un público divertido pero respetuoso, que compartió la jornada con los integrantes del equipo de béisbol.

Cienfuegos también rindió pleitesía a los suyos. Verdadero símbolo de la música tradicional, el conjunto de sones Los Naranjos recibió el Escudo de la Ciudad, honrosa distinción concedida por el Gobierno local a personalidades o a instituciones de excepcional trayectoria.

Este mes el septeto cienfueguero arribó a su aniversario 85 de fundado, en 1926, por José Hernández, luego de jornadas de ensayo bajo un naranjo. De ahí la identificación adoptada por el legendario colectivo, históricamente interesado en preservar las bases más autóctonas de nuestro patrimonio musical.

El agasajo constituyó un reconocimiento a dicha labor, de forma ininterrumpida, gracias a varias generaciones de artistas. Se inscribió en las salutaciones por el aniversario 192 de la ciudad, donde además fue entregado el Premio Jagua al poeta y ensayista Jesús Fuentes Guerra y al cine-teatro Luisa.

Mientras que la Banda Municipal de Conciertos, la cual cumplió su 110 cumpleaños, resultó recompensada con la condición Mambí Sureño, junto al director artístico Richard Eleaga Alderete.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categories