Por: Tayli R. Sánchez Zúñiga
2 de diciembre de 2010
La conservación de los lugares históricos no debe interpretarse como un culto al pasado, “trabajamos para mejorar la calidad de vida del pueblo y que los espacios se disfruten y refuncionalicen”, expresó el MSc. Irán Millán Cuétara, Conservador de la Ciudad de Cienfuegos, en el II Taller Nacional “Ciudades cubanas Patrimonio de la Humanidad”, con sede en esta localidad.
En la reunión se hizo énfasis en la necesidad de dirigir los esfuerzos hacia el rescate de los inmuebles o sitios, pero con la óptica de convertirlos en algo útil a las personas y no para su mera contemplación, y al mismo tiempo, generar recursos con vistas a invertir en viviendas u otras obras sociales.
Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, hizo llegar una sentida felicitación a Millán Cuétara y sus colaboradores a propósito del tercer aniversario de la Oficina dedicada estos asuntos en Cienfuegos, cuyo Centro Histórico Urbano fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2005.
Hasta el momento, se han beneficiado aquí más de 1 300 moradas, casi 140 centros de trabajo y 43 cuarterías, incluida la repoblación forestal de las manzanas intervenidas y la pavimentación. El influjo revitalizador de tal empeño ha alcanzado, además, diversas locaciones, entre ellas el Palacio Azul, el de Gobierno, la Casa Verde, el Muelle de la Real Hacienda, el teatro Tomás Terry y La Punta.
“Las ideas han de fundamentarse, en un sistema como el nuestro, en la calidad de vida, en lograr toda la justicia posible, (tomando en cuenta) que sin la memoria no es posible ir al futuro, (allí) sólo se puede llegar desde el pasado, toda otra pretensión lleva a un vacío, donde no sabemos quiénes somos ni quiénes fuimos. Por ello la identidad local tiene un papel importante dentro de la (…) nacional”, afirmó Leal Spengler.
“La gente deviene espejo de la urbe en la cual habita, porque hay una interrelación, los seres humanos piensan como viven y viven como piensan, continuó. Si nacemos en el desorden y el caos, caos y desorden serán nuestra vida; si nacemos en el orden, la limpieza, el respeto al bien común, seremos verdaderamente ciudadanos. Perdamos la memoria, perdamos la bandera, perdamos el respeto al escudo, a la plaza pública, y nos convertiremos en unos parias”.
El encuentro contó con la asistencia de representantes de las otras dos ciudades de Cuba que ostentan la condición otorgada por la UNESCO: Trinidad y Camagüey, y buscó propiciar el intercambio de experiencias entre aquellos dedicados a similar actividad en el país.
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