El emplazamiento de la escultura ecuestre del brigadier general José González Guerra (1832-1875) recién comenzó en el nuevo parque que lleva su nombre, a la entrada de la ciudad de Cienfuegos.
La obra es de la autoría del artista Juan García Cruz y muestra a González Guerra, el héroe cienfueguero de tantas batallas mambisas, sobre su caballo, en un pasaje de la contienda liberadora contra el imperio colonial español.
Hecha de bronce, la efigie pesa dos toneladas con una altura de más de cinco metros y fue forjada por la Fundación Caguayo, en la provincia de Santiago de Cuba.
Todo un ajetreo de constructores y grúas ha motivado el desplazamiento de la obra monumental para fijarla sobre el pedestal, lo cual atrae la atención de vecinos y de quienes circulan por la vía de acceso a la cabecera provincial.
Julio Villegas, músico de la banda municipal, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que la llegada de la enorme escultura viene a ser el colofón de una larga espera por parte de los cienfuegueros, quienes anhelaban ver concluido el parque, un espacio con aporte de belleza y vitalidad a la urbe.
Como tal la efigie resulta un eje distintivo del proyecto que a lo largo del tiempo devino en parque polifuncional con diferentes áreas, de estar, deportivas para diferentes grupos etarios, gimnasio saludable y espacios destinados a actividades culturales, según ha expresado el arquitecto Aníbal Barreras, uno de sus creadores.
Considerado uno de los patriotas más legendarios de Cienfuegos, el brigadier general José González Guerra protagonizó una larga y combativa hoja de servicio por la liberación de Cuba del yugo español, en actos de derroche de corajes, prueba de su valentía y arrojo, méritos alabados por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en varias visitas a esta provincia.
Orlando García Martínez, historiador e investigador, ha escrito que a pesar de nacer en un hogar humilde, la trayectoria en las filas independentistas del Ejército Libertador hizo acreedor a González Guerra del grado de Brigadier General.
Desafió tanto la acechante muerte en el combate, como prejuicios sociales imperantes en las filas insurrectas ante la falta de ilustración del hombre casi analfabeto, formado bajo las rudas faenas agrícolas en el mundo del azúcar de la plantación esclavista, apuntó.
Herido en combate, González Guerra murió días después, en febrero de 1875 en propia tierra cienfueguera, con lo que al decir del investigador «quedaba truncada la vida del jefe guerrero, de demostrado valor en más de cien combates».
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