Azurina, la leyenda, excelente video arte del joven realizador cienfueguero Yoni Alma que concursa en la IV edición del Festival Cinematográfico Sur Imagen, a desarrollarse en nuestra ciudad entre el 13 y el 17 de noviembre.
Obra audiovisual que reafirma un principio del arte cinematográfico que expresa que una imagen vale por mil palabras, teniendo en cuenta su mérito al prescindir del discurso verbalista, al apelar a una estructura narrativa sintética y dinámica, como suele ser en un género tan cultivado en la contemporaneidad.
En esta ocasión, su realizador y autor del tema musical realizado con los recursos expresivos de la música electroacústica, se apropia de un tópico proveniente de la mitología cienfueguera logrando articular un relato visual donde lo performático y gestual juegan un rol significativo en un video arte donde el sentido plástico se imbrica con la estructura narratica del lenguaje audiovisual, en un contexto donde apelar a las imágenes audiovisuales ha devenido una tendencia visible que han asimilado el resto de las expresiones del arte.
No olvidemos que el Video Arte tuvo su origen en la década del sesenta del siglo pasado en el seno del llamado Grupo Fluxus, conformado por una serie de artistas que intentaron articular un relato audiovisual que jerarquizara el sentido plástico como premisa estética.
Con un acertado diseño escenográfico apoyado en una composición musical funcional para la historia narrada, una correcta utilización de los códigos expresivos y dramatúrgicos que recrean un mito desde la estética personal de su realizador, acorde con la dinámica visual de estos tiempos.
En el plano dramático que resaltar el desempeño del elenco perteneciente al Centro Dramático de Cienfuegos, jóvenes casi todos pero con capacidad histriónica suficiente para representar una mitología de la cultura local.
Uno de los grandes méritos de la obra radica en el acertado dominio de los códigos expresivos del Video arte como género, desde su singularidad creativa, además de contribuir al rescate impostergable de los valores intangibles del patrimonio cultural de nuestro territorio, algo tan necesario en tiempos donde los centros hegemónicos de la cultura de masas amenazan la supervivencia de la identidad cultural.
Que hayan sido realizadores y actores del territorio quienes hayan representado desde la magia del audiovisual este relato mitológico le otorga un sentido especial a dicha obra, pues somos nosotros los cienfuegueros los protagonistas encargados de escribir a través de imágenes esta inmortal historia.
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