23 de octubre del 2010
El mundo contemporáneo genera diversidad de entretenimientos que cada día hacen más tensa la lid con el libro y la literatura, pero el placer y la complicidad de ese contacto directo con el libro, no cederá jamás su espacio.
La lectura es fuente inagotable de conocimiento, de reflexión y pensamiento, posibilita ir una y otra vez a la página anterior para meditar, precisamente es la razón por la cual se debe enfatizar en la importancia de la lectura y su significado para que no decaiga su interés.
Diversas iniciativas dirigidas a estimular el hábito de leer pone en práctica en Cienfuegos, el Centro Provincial del Libro y la Literatura y, sus dependencias como el Centro de Investigaciones Literarias Florentino Morales.
Se cuentan entre ellas las Peñas Literarias entre “Luces y Sombras”, las destinadas a los niños: “El Cuentacuentos”, “Cocorioco y Chocolatín”, así como el Té literario que realiza de conjunto con la Asociación Hermanos Saíz.
Para despertar la motivación el Centro del Libro tiene un espacio en la emisora provincial Radio Ciudad del Mar, en el programa “Entre un hola y un adios”, que en la sección “Página en blanco”, promueve a diferentes autores y títulos a través de una reseña literaria.
La Biblioteca Provincial Roberto García Valdés como institución cultural y de información, tiene también disímiles actividades en sus diferentes áreas especializadas en función de la promoción, haciéndolas extensivas a centros escolares y labores, además de aplicar otras modalidades como la lectura a domicilios, dirigida a los ciegos y débiles visuales.
La red de bibliotecas públicas y de los centros educacionales constituyen todo un sistema cuya razón de ser es brindar información e incentivar el hábito de leer. José Díaz Roque, escritor e investigador que se desempeña como especialista de la Biblioteca Provincial, ha dedicado parte de su trabajo a indagar acerca del tema, le pertenecen los artículos: “El placer de la lectura” y “El no lector y su lectura”.
En este sentido señala que es un fenómeno determinado por características psicológicas, pedagógicas y socioculturales del individuo y, que las acciones por tanto, influyen de manera selectiva en aquellos lectores con mayor sensibilidad.
Asimismo plantea una tipología para su clasificación: lectores pasivos, activos y creadores. Si se es capaz de interiorizar y aplicar lo leído, se está en presencia de un lector activo, si se es capaz de crear nuevas ideas a partir de la experiencia de la lectura, se es un lector creador. “Hay que de forma sistemática continuar formando los lectores, que pasarían de no lectores, a lectores pasivos, activos y creadores, afirma Díaz Roque.
“Cintio Vitier y Fina García Marrúz, dos grandes intelectuales en la historia de la cultura cubana, decían que ellos solo habían llegado a ser lectores creadores, podrá entonces tenerse la idea exacta de lo que significa, como valiosa herramienta para enriquecer el intelecto”.
Todo hombre es un lector en potencia, que con el tiempo puede hacer de este acto, su más noble savia para alimentar el espíritu.
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