Por: Melissa Cordero Novo.
3 de diciembre de 2011.
Mi ciudad es un retrato en sepia, y tiene arabescos enormes que trajeron desde España, y huellas francesas mezcladas en sus calles y en su gente. Por mi ciudad ya no caminan aquellas señoras con trajes, ni quitrines, ni tranvías entre adoquines; pero esencialmente continúa siendo un valioso ejemplar del siglo XIX. Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, mi ciudad: Cienfuegos, promete desafiar al tiempo y quedarse a pesar de las épocas.
Para garantizar dicho propósito, fue creada la Oficina del Conservador, el 1ro. de noviembre de 2007. Desde entonces han desarrollado una serie de acciones encaminadas al rescate del patrimonio material e intangible de la Perla del Sur. Cuando se cumplen cuatro años del nacimiento de este proyecto, la urbe muestra un estado de conservación y revitalización a la altura de su legado.
Irán Millán Cuétara, director de la Oficina, relata cómo ha sido el trabajo de 2007 hasta la fecha:
“Desde que Cienfuegos fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, se hacía imprescindible contar con una entidad que pudiera rectorar, fiscalizar y sobre todo planear y soñar el presente y futuro. Así surgió nuestra Oficina, que cuenta con cerca de 100 trabajadores, y tiene ese reto desde el propio nacimiento, encaminando su trabajo, además, a la consolidación institucional y la creación de una sólida infraestructura.
Esto nos ha permitido enfrentar obras que tradicionalmente ya veníamos realizando en el entorno del parque Martí, el Boulevard y el Paseo del Prado; pero también rescatar otros entornos que la población reclamaba: la zona oeste y sur del Centro Histórico Urbano. Allí se trabajó en el 46 por ciento del área declarada patrimonio (desde el Paseo de Arango hasta la calle 29 y toda la zona del Muelle Real)”, agregó Millán.
Tanto la herencia tangible como intangible, donde se incluye el rescate de inmuebles, tradiciones, memoria histórica e identidad de los pobladores, resulta la línea de trabajo de la Oficina del Conservador. Proyectos nada ambiciosos y sí, muy necesarios.
Entre las acciones más significativas se destaca la siembra de árboles en calles y avenidas, que hoy ascienden a más de 900 plantados donde solo existían 46. Resaltan, asimismo, las promociones, el trabajo de divulgación a través de los póster colocados en el Centro Histórico, y el proyecto Fernandina Radio, piedra angular en el fortalecimiento de la conciencia ciudadana acerca de cómo vivir en el patrimonio. El grupo Cementerio es otro de los resultados, pues ellos han logrado la recuperación documental del sitio, así como la restauración de esculturas, bustos y bóvedas; apoyados en el trabajo con la comunidad.
“Desde el propio nacimiento de la Oficina, sabíamos, por las limitaciones económicas, que nos sería imprescindible contar con un departamento de relaciones internacionales y proyectos de colaboración. Todos ellos han garantizado la capacidad de gestión, equipamiento y preparación técnica. Ahí incluimos la Escuela de Oficios, la asistencia de la agrupación de restauración y pintura para el fortalecimiento de talleres, y la propia restauración del Archivo Histórico y del teatro Tomás Terry, con el cambio de cubierta”, se refirió también el director de la Oficina del Conservador.
Sobre nuevos proyectos a enfrentar, Irán Millán adelantó:
“No solo queremos pasar a una segunda etapa de lo que ya hemos hecho en tema de reparación en la zona oeste y sur del Centro Histórico, sino trabajar en un proyecto muy interesante que ha sido reclamo de todos los cienfuegueros: el rescate del Cementerio de Reina. Ya hemos iniciado la restauración, contamos con el presupuesto, y para el próximo año está asegurada la continuidad del proyecto”.
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