En la Sala Mecenas, de la Librería Ateneo “Dionisio San Román”, acaeció el rico intercambio de pequeños lectores y el también merecedor del Premio Fernandina de Jagua 2009 en el apartado de Poesía para Niños. ¿Rico? Sí. Entre versos, aplausos, obsequios y la alegría de un payaso, este Máster en Enseñanza Comunicativa de la Lengua y la Literatura compartió con ellos conocimientos disímiles.
“La narrativa suele estar llena de anécdotas, de problemas de la juventud y la niñez en estos tiempos (…) La poesía parece luego destinada al encantamiento, a la transparencia; a hablar de la luna, el mar o las estrellas; con perfiles de algunos temas históricos o culturales; pero no aterriza siempre en lo preocupante para todos… Y de cierta manera, mi texto busca eso: romper esquemas; tratar de decir las cosas de otra forma”, les explicó, al referirse a tal creación ilustrada por Martha Mayra Rodríguez.
Antes de la lectura de la Carta de despedida del genio o Lugares comunes… la instrucción. Hizo partícipes a los asistentes, del maravilloso acto de hojear para disfrutar contenidos: ¿A qué historia y personajes remiten? ¿Qué hacer si olvidas la página exacta donde aparecen?, preguntó y de inmediato escuchó respuestas acertadas.
El gato sin botas vio la luz el actual año, X Aniversario de las Ediciones Territoriales, en la imprenta del Centro Provincial del Libro y la Literatura correspondiente a la llamada Perla del Sur. Con 800 ejemplares bajo el sello Mecenas, incluye en 57 páginas casi una treintena de poemas. Desde Aritmética hasta Del árbol, evidencia un exergo de Antoine de Saint-Exupéry: “Lo que embellece al desierto es que esconde un pozo en cualquier parte”.
Alberto Rodríguez Copa, natural de Palma Soriano, Santiago de Cuba, es Licenciado en Filología. Las eras del caminante, Para un caballito blanco, La vida en un Sombrero y Quizá, constan dentro del grupo de títulos suyos publicados. No pocos de los mismos, conforman las antologías Navegas, isla de oro (Gente Nueva, 2009) y Premio Orola, de España, en igual fecha. Ha merecido reconocimientos como los premios David 2001 e Ismaelillo 2004.
Deja una respuesta