Por: Lisandra Marene.
27 de febrero del 2011.
Justo dentro de los marcos de la XX Feria Internacional del Libro y la Literatura en Cienfuegos, devino pública la noticia: los escritores Madeline Pedroza Lombana (Piky) y Víctor Arturo Delgado González, ambos radicados en la llamada Ciudad Nuclear, merecieron respectivamente el segundo y tercer lauro de los Premios Farraluque de Literatura Erótica 2011, en el género de poesía.
“Este resulta un galardón bastante significativo en dicha vertiente temática.
Para la provincia es entonces muy bueno que ambos autores se hayan erigido con él” -declaró al CINCO de Septiembre digital Ian Rodríguez Pérez, director del Centro de Investigación y Promoción Literaria “Florentino Morales”.
A propósito del certamen convocado por la Galería “Fayad Jamís”, Centro de Arte y Literatura en Alamar, perteneciente a la Dirección Municipal de Cultura de La Habana del Este, los poetas sureños enviaron las obras Dársena para un naufragio y Retablo para otro Dios. La ceremonia durante la cual fueron reconocidas acaeció con la apertura de la decimoquinta edición inherente al Salón de Arte Erótico.
De la pluma de Víctor Arturo emanan “las líricas más parnasianas, tributarias directas de los Siglos de Oro, el romanticismo y el modernismo” -a juicio de la crítica especializada. Además de construir El Patio de Candi, en versos y para acoger a un público infantil, el Directorio Nacional de Espacios Literarios Habituales da fe online de su quehacer en función de promover la lectura entre personas de la tercera edad.
La villaclareña de nacimiento, Piky, miembro del Grupo DecimalSur y Primer Premio Nacional de Poesía “Regino Pedroso” (2006), ha publicado algunas de sus creaciones en las revistas culturales “Ariel”, “Calle B” y “Fábula”, así como en las páginas del trimestrario “Conceptos”. Textos con su firma constan en las antologías Viajando al Sur (2006), 150 Vivencias y 150 Autores (2010, Premio Orola, España) y Aguas Varias (2011).
Al decir de la también narradora, quien ha publicado bajo el sello editorial Mecenas los libros Cristales rotos al anochecer y El baúl de los duendes y los chicherekúes, obtener ahora el “Farraluque” “significó una gran sorpresa (…) Participan tantos… Uno siempre se sorprende ante cualquier premio; después te alegras; ¡y pasas por varias etapas emocionales! (…) Todo concurso supone un reto (…) Ganar te obliga a pensar en seguir superándote, seguir escribiendo, seguir buscando la calidad suprema (…) Nuestros sentimientos son de todos”.
Para Madeline Pedroza Lombana constituye necesidad el recurrir una y otra vez al agua en tanto símbolo, “mi elemento porque soy Piscis. Está de igual modo en Dársena para un naufragio”, poema en décimas dispuestas en prosa:
Te derramas en mí
(ya no estás sobre tus pasos).
Así voy por la vida,
contigo………………diluido.
Soy eremita, un camino. La incertidumbre amordaza mis acordes. Tu coraza jamás quiero ni tú sino (si el aliento es más que un trino de la esperanza). Yo, al cielo no aportaré; al desvelo, donde el agua me contorna y tu música soborna las cuatro cuerdas del chelo.
Si derrumbo la inocencia y los vértigos del puente, y revelo la silente escarcha de mi existencia. Y si censuro la ausencia en mi buque -de botamen-, y las tormentas que lamen mis resinas… ¿soy andén?…..Espero el próximo tren (después que guarde el velamen).
No soy Eco, que abandona su voz a la suerte. Ten mis entrepiernas. Sostén el venaje que ambiciona la morada en la que clona el piélago tus azules. Si las espinas, con tules puedo ahogar, nunca demores a mis versos. Sus clamores son témpanos de abedules.
Ven, esta puerta respira con herrumbre, sin nudillos; y descuelga los colmillos de la noche donde tira el mar sus embates. Mira, acá hiberna una cuartada, tu savia déjala anclada -desayuno los axiomas de tus labios-. Si no tomas mi vientre será Dríada.
La pujanza de la lluvia viola trampas y bemoles, yo me robo caracoles para lo negro que efluvio de mis sienes…. y tus soles. Desnudos, no hay ceñidor; cambio de cariz: sudor, ningún precepto que acate este corazón que late; siervo, a veces, del amor.
No juzgues al desafío. Cimbro el arco de esta flecha transgresora (de la brecha peregrina no me fío). Mas, quiero que sea mío el aluvión de tu falo. El cilicio no es tan malo, si escupo al viento la astilla del dolor (en la costilla que me diste). Ven, yo te halo hacia mí, no voy a ser un símbolo sobre roca. Dame el fogaril, tu boca trashumante. No me acerques a Cronos, (sin acertijo). Sólo profusión en mis pezones, fusión. Sé diáspora, alud, angina, hipnosis de mi vagina, humo, sigilo, fruición.
Deja una respuesta