Por: Tahimí Barzaga Solo.
7 de noviembre 2011.
Aunque en su sala se promueve también la moderna tecnología y se pone a disposición de los usuarios el programa Jaws, instalado en las computadoras para la lectura, José Díaz Roque asegura que no hay nada como el sistema Braille: “con él aprenden a meditar, reflexionar y desarrollan sus potencialidades táctiles”, así define este especialista el método de lectura y escritura del que aún se sirven ciegos y débiles visuales en el mundo entero.
Cerca de 20 años al frente del Área para personas con este tipo de discapacidad que asisten a la biblioteca provincial de Cienfuegos, avalan los criterios de Díaz Roque, fundador de este espacio y promotor del surgimiento de otros similares en el resto de las provincias cubanas. “Aquí vienen niños y adultos y no solo se les brindan servicios de lectura e información sino que se les enseña también a leer y escribir en Braille, se les da movilidad y orientación en el espacio y conocimiento del mundo exterior; sobre todo si son personas que pierden la visión en la etapa de la adultez.”
Allí se cuenta con un fondo de libros, folletos y publicaciones seriadas tanto en Braille, como en soporte digital. De la utilidad de esta área hablan también las cifras, pues en lo que va de 2011 se han beneficiado con el servicio de lectura e información más de 2000 personas, todas en condiciones especiales.
La otra parte del colectivo que se encarga de los servicios en el Área Especial de la Biblioteca Provincial Roberto García Valdés de Cienfuegos son Alexis Sarría (invidente) y Oneida Miguel (vidente), conformándose así un trío capaz de atender las solicitudes de quienes asisten diariamente a esta sala y de otros que necesitan de sus servicios en sus propios hogares.
“Semanalmente salgo de aquí a visitar a algunos ciegos que por su condición de salud no pueden asistir a nuestra área, en sus propias casas les leo y les comento el libro que hayan pedido o la prensa nacional, un servicio muy solicitado por este tipo de usuarios” comenta Oneida.
“Mi vida cambió desde que me incorporé a trabajar aquí, -explica Sarría- me siento útil y sirvo a otros en mi misma condición. Para otros ciegos, como para mí, esta sala es un alivio y la oportunidad de conocer al mundo. Entran por esta puerta y salen con nuevos conocimientos. Es algo mágico, difícil de explicar. Me ocupo también del círculo de interés El mundo que queremos ver, integrado por niños ciegos, débiles visuales y videntes, con el propósito de crear valores de amistad, compañerismo y especialmente de amor y respeto al medio ambiente.”
Apoyado por varias Instituciones cienfuegueras el círculo de interés está integrado al proyecto “El patio verde” y contribuye a la educación ambiental desde la propia biblioteca, combinando actividades didácticas con visitas a áreas protegidas, jardines botánicos y otros sitios de la provincia que sobresalen por su belleza natural. Integrado en su mayoría por estudiantes de la escuela de ciegos y débiles visuales Bartolomé Rivas Cedeño, sus resultados fueron expuestos en la octava Convención Internacional de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible.
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