La destacada figura de la creación plástica mixtura dos de sus series pictóricas emblemáticas en la Bihl Haus Arts, de San Antonio, Texas, plaza muy poco frecuentada por los artistas de la Isla
Durante el más reciente periplo al exterior del pintor cienfueguero Adrián Rumbaut, él atracó en San Antonio, Texas, donde por espacio de un mes expuso en la Galería Bihl Haus Arts, con notable afluencia de público y repercusión crítica en Currents -principal revista cultural impresa de esa ciudad- además de varios medios digitales.
En diálogo con CINCO de Septiembre digital a su retorno de los Estados Unidos, el miembro de la UNEAC manifestó que el proyecto surgió hace un año, debido al interés común, de la institución y suyo, por llevar el arte -la cultura en dimensión más amplia- cubano contemporáneo a una región políticamente muy conservadora donde resulta cada vez más difícil encontrar exposiciones de cubanos, sobre todo de moradores en la iIsla.
“No es cómodo para los galeristas del centro trabajar con nosotros, a diferencia de los de las costas del Pacífico (Los Ángeles) o del Atlántico (Nueva York, Boston), área en las cuales se es más liberal en tal sentido, independientemente de su carácter de grandes ciudades con focos culturales de mayor poder, que facilita aún más el propósito”, consideró Adrián.
Icons (Íconos), la muestra montada en la Bihl Haus Arts, contribuyó de alguna manera a abrir un portal en el camino a establecer lazos de unión entre la plaza texana y Cienfuegos, toda vez que, amén de las visitas de estadounidenses o cubanos residentes allá, devino en el acuerdo con artistas locales para establecer posibles trabajos conjuntos futuros, según significó el entrevistado.
“Aunar, propiciar ese acercamiento añorado entre cubanos de ambos sitios, mover ciertas conciencias, es algo que me satisfizo mucho de mi experiencia norteña”, apuntó.
Icons imbricó, en lo fundamental, elementos de dos series básicas en la ejecutoria de Rumbaut, como Contraparte y Diagramas pictóricos, donde sobresale su quehacer deconstructivo de emblemas icónicos de Occidente y el Sur, pero además del planeta todo, cual Ernesto Che Guevara y Marilyn Monroe. Son trabajos, a su juicio, que resumen códigos de experimentación, reajustados para la ocasión sobre el objetivo de un buen funcionamiento plástico y conceptual. Idea concretada, para su satisfacción, opinó.
“Me agradó el modo cómo fueron situadas las obras en los muros, en espacios diferenciados, con su energía particular”, complementó.
Ahora Rumbaut se apresta a delimitar e intencionar nuevas pautas, a concretarse en proyectos para exposiciones nacionales e internacionales, con el punto final de su GPS creativo puesto en la próxima Bienal de La Habana.
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