Como una “militante histórica en el bando de los impacientes” calificó a la Asociación Hermanos Saíz, el hasta este miércoles 19 de junio presidente en la provincia de Cienfuegos, Antonio Enrique González Rojas.
Durante la asamblea territorial previa al segundo congreso de la organización que agrupa jóvenes creadores de incipiente y reconocida calidad artística, González Rojas describió el quehacer, pero sobre todo las urgencias de un gremio que solo pide ayuda para realizar más.
“Tenemos insatisfacciones con la lentitud de la conectividad en las salas de navegación de la AHS”, expresó Jorge Luis Lanza, especialista en el centro provincial de Cine, quien cree que así se pierden oportunidades de sumar criterios valiosos al debate sobre Cuba y el Arte en el escenario virtual.
Las discusiones sobre políticas culturales en la nación tocaron también cuestiones de la producción audiovisual, como por ejemplo la expuesta por Víctor Alfonso Cedeño, Vito, reconocido creador del animado “Dany y el Club de los Verracos”.
“¿Por qué todavía las instituciones cubanas de la televisión y el cine se permiten denegar apoyo a proyectos novedosos? ¿Cuándo cambiarán los criterios bajo los cuales deciden qué producen o difunden?”, fueron dos de las preguntas del también director de “Lavando Calzoncillos”, para quien urge brindar apoyos financieros y reconocimiento legal a la producción independiente.
La dilatada pero segura conversión del centro recreativo Julio Antonio Mella, antiguos Casa de la Música y Club de Cazadores, en la sureña Casa del Joven Creador, generó varios criterios, sobre todo referidos a la importancia de mantener una programación estable y atractiva en un espacio amplio como ese.
“Para lograrlo los organizadores no solo deben esperar porque los artistas propongan proyectos, sino salir a motivarlos”, planteó Daniel Rodríguez, director de la banda de rock “Breaking the Silence”.
Esa iniciativa motivada debe tener, además, acompañamiento institucional, recursos, para que el empuje no se diluya y quede en buenas intenciones, consideró Yunier Palma, director del grupo de Teatro El Carro de Thespis, muy visualizado en la Perla del Sur por estos días con sus estatuas vivientes.
El cambio entre la categoría de “aficionado” a la de “artista profesional” para los jóvenes graduados de Instructores de Arte, requisito indispensable para que puedan cobrar por lo que hacen; constituye otro de los nudos gordianos que genera mayor insatisfacción entre los jóvenes creadores de esta provincia, y de otras.
De acuerdo con el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, aunque el título de instructor no garantiza profesionalización inmediata, tampoco deben cerrársele todas las puertas a los graduados de esa especialidad.
“Si existe el talento excepcional debe tramitarse su profesionalización porque resulta muy perjudicial vetar al acceso solo por la condición de Instructor de Arte. No puede ser sencillo el trámite, porque hay que validar el talento; pero tampoco puede convertirse esa profesión en un castigo”, apuntó.
Según Rojas, la exigencia es la única manera de sostener niveles rigurosos en la jerarquización de los artistas. “Si se pierde la selectividad en el ingreso al sector artístico y a la Asociación, bajará la calidad y disminuirá la hondura de los planteamientos que necesitamos hagan entes como la AHS. La calidad de la membresía es directamente proporcional a la agudeza de los planteamientos”, aseveró.
En la sesión cienfueguera del congreso de la AHS resultó electo como nuevo presidente provincial el actor y estudiante de Dramaturgia, Rafael González Muñoz, director del grupo Pharos Teatro.
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