Los restos mortales de Rafael Lay, Felito Molina y Efraín Loyola, reconocidos músicos de la Orquesta Aragón, fueron depositados en la necrópolis Tomás Acea de Cienfuegos. La Banda Provincial de Concierto inició el cortejo fúnebre. Estas importantes figuras de la música cienfueguera regresan a su tierra natal.
“Que esos valores que ellos han demostrado como músicos, ciudadanos y cienfuegueros, amantes de su patria y provincia sean imperecederos para la generación presente y futura”, declaró Eloy Molina Marín, Hermano de Felito.
Durante la ceremonia, realizada en el único cementerio jardín de Cuba, Georgina Loyola, hija de Efraín donó a la Oficina Provincial de Patrimonio la primera flauta de madera utilizada por su padre y dijo a la prensa: “esto significa para la familia un desprendimiento muy grande, pero a quién mejor dejársela que al pueblo de Cienfuegos; este instrumento es un patrimonio de nuestra cultura y queremos que todos lo vean”.
Los restos mortales de Loyola Fernández, primer flautista de la Orquesta, Lay Apesteguía, director de ese conjunto, y Molina Marín, destacado compositor e intérprete descansarán en un túmulo, concebido por el escultor Félix Sandy Cabello que alude a los pentagramas musicales. En tanto, el doctor Eduardo Torres Cuevas, Director de la Biblioteca Nacional, refirió la importancia del suceso para la nación.
“Es un sonido cienfueguero que se ha divulgado y apreciado en todo el mundo, creo que ese es uno de los valores del trabajo de mi padre y la Aragón”, confesó Rafael Lay Bravo, actual Director de la agrupación. Con un danzón creado por su progenitor, “Sí, envidia”, la Orquesta de Efraín Loyola y los Aragoncitos se unieron al pueblo de Cienfuegos para despedir a quienes con su obra hicieron trascender la creación local.
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