El Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso se ha caracterizado por ser una ventana abierta que muestra al público cubano lo mejor y más reciente de la danza en el exterior, y permite mostrarle al mundo el talento local.
Siguiendo esa premisa, en la presente edición hay una gran representación de estilos y compañías danzarias, tanto nacionales como internacionales. Durante estos días se fusionará lo clásico con lo contemporáneo; así como la metodología de diferentes escuelas, idiosincrasias y culturas. La danza es por estos días el lenguaje común.
Habrá presencia de danza judía, interpretada por la compañía mexicana Anajnu Veatem, este miércoles (30) a las 8:30 p.m., en la sala Covarrubias del Teatro Nacional. Mientras que el jueves, a las 07:00 p.m., en el Teatro Martí, en un mismo programa, se podrá disfrutar de Súlkary, un clásico de la danza moderna en la Isla, por Danza Contemporánea de Cuba; un fragmento de Comunidad, el más reciente estreno del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba; un pas de deux del clásico del romanticismo Giselle, interpretado por bailarines del Ballet de Burdeos, Francia; entre otros invitados, por solo citar algunos ejemplos de la variedad que distingue a este Festival.
Hasta la semana próxima, se desarrollan conferencias de prensa en las que comparecen los bailarines, coreógrafos y músicos nacionales y extranjeros que participan de esta edición 28.
Más que precisar fechas y horarios de las funciones, estos encuentros constituyen espacios de intercambio en los que los artistas exponen sus preocupaciones e inquietudes sobre el mundo actual, y cómo las reflejan en sus obras.
Por primera vez en la historia del Festival, actuará la compañía Lizt Alfonso Dance Cuba, que dirige la bailarina, maestra y coreógrafa Lizt Alfonso. El domingo 3 de noviembre, a las 05:00 p.m., en el Teatro Martí, presentarán Almas en procesión, que es una coreografía del espectáculo Latidos. Consiste en una fusión entre la danza contemporánea y bailes folclóricos cubanos, como la conga.
Sobre la propuesta, Lizt Alfonso comentó que «tiene que ver con la resiliencia, el espíritu de fortaleza, el saber reírnos, el crecer ante las dificultades para poder seguir adelante, que es también algo que se está haciendo en este Festival».
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