Por: Onelia Chaveco
11 de julio del 2008
Atrapada en la dureza del bronce, con sus manos alzadas al cielo y dando la cara a los vientos que llegan del sur, la leyenda de Guanaroca se volvió tangible un día como hoy, hace ya 20 años, cuando la escultura de la hermosa india quedó expuesta frente a la bahía de Cienfuegos.
La escultora Rita Longa y el arquitecto Irán Millán dejaron cuajado el sueño de muchos cienfuegueros, aquel proyecto nacido desde 1975, cuando José Ramón García Gil, entonces primer secretario del Partido en la ciudad, propuso realizar la obra de arte a una de las más populares leyendas de la otrora villa.Ubicada en el reparto de Punta Gorda, la escultura mide 5,30 metros de altura y está montada sobre un estanque de 15 metros de diámetro, a donde van a contemplarla citadinos y extranjeros por su valor artístico y ambiental.Según cuenta la leyenda aborigen, Maroya, la Luna, compadecida de la soledad del primer hombre sobre la tierra, creó a una mujer que llevaría el nombre de Guanaroca.De la pareja nació el primer vástago, pero los celos paternos hicieron a Hamao robar y matar al pequeño.
Cuando la joven india descubrió el asesinato de su hijo, lloró desconsoladamente y de esas lágrimas se formó la laguna de igual nombre, mientras que al caer el güiro donde encontró el cadáver del pequeño, saldrían los peces, cayos e islotes en la bahía de Jagua.
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