Cuando la música agita la quietud de una ciudad

La tarde cae y sobre las calles cienfuegueras se tiende el velo de lo inamovible. El sol se lleva parte de la vida de la ciudad, la va hundiendo junto a él en ese horizonte lejano. Ninguna senda suele escapar a esa circunstancia, salvo raras excepciones que cambian los matices mustios de la urbe. A pocos pasos de la ecléctica fachada del Hotel San Carlos algunas noches estivales marcaron otro ritmo, y pretenden continuar rompiendo el tempo de la quietud.

El recién renovado Centro Dramático de Cienfuegos es el nuevo escenario de los jóvenes. No solo amantes de las tablas pueblan sus salas, también lo hicieron, durante el verano, apasionados de la diversión, la música electrónica, el jazz, soul, funk, blues… al menos así lo define Xiomis Lidia Navarro Collado, el alma de esos encuentros donde la diversidad encuentra sitio.

Cantante y compositora, y a la vez estudiante de Medicina, Xiomis esgrime ante todo la teoría de que la música te salva: “en mis épocas más malas, la música me sacaba adelante y me impulsaba, era como un sueño”.

La hoy miembro de la Asociación Hermanos Saíz comenzó su camino en el movimiento de Casas de Cultura y luego en el Proyecto Ismaelillo, donde remarca que “una de mis mejores experiencias fue grabar Peces de ciudad, de Joaquín Sabina, para el disco por el aniversario 35 de Ismaelillo. Con el grupo y el maestro Gonzalo aprendí mucho sobre solfeo, la preparación de los números, la composición… ”.

Luego de trotar cerca de cinco meses con la compañía de cabaret Cuba Caché, de Trinidad, pero compuesta por varios perlasureños, la joven decidió apartarse y hacer sus propias canciones.

“Durante ese tiempo canté temas de Los Naranjos, pero llevadas al estilo del cabaret, también música norteamericana mezclada con cubana, nunca mis composiciones. Tuve un equipo de trabajo genial, pero espiritualmente no me sentía bien y me fui porque no era mi mundo”.

“Pensé entonces que iba a hacer con la música lo que me gustaba y no importaba lo que viniera después. Comencé a asistir a las Juergas del escritor Jesús Candelario y allí compartí con trovadores como Sadiel Madrazo, Nelson Valdés, y en una ocasión con Ariel Barriero”.

Junto a otros bisoños del arte de las notas inició el 29 de junio de este año una peña que procura aunar el talento que figurativamente “no tiene voz” en otros círculos culturales. La peña empezó por una descarga entre amigos a inicios del pasado año.

“Antes de todo esto formé un dúo con el chileno Alen Amaru. Comenzamos descargando con amigos y luego nos quedamos con las ansias de seguir y formamos el dúo D´Arezzo en honor a Guido D’ Arezzo, considerado por muchos como el padre de la música.

“Nos presentamos en el proyecto K’Bolá, perteneciente a la galería Poco Bonito, los terceros martes de cada mes en el lateral del teatro Terry a las ocho de la noche. Muchas personas nos fueron siguiendo y con el mismo enfoque de mezclar géneros hicimos nuestro espacio”.

(Tomado de Perlavisión)

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