Cruzada Teatral 2010 en las Montañas: Quijotes sin adargas ni rocinantes

Cruzada Teatral 2010 en las Montañas: Quijotes sin adargas ni rocinantes
Por: Antonio E. Glez. Rojas
24 de agosto del 2010
 
Cinco días, siete comunidades, diez actividades y aproximadamente mil espectadores. Así pudiera quedar resumida estadísticamente la Cruzada Teatral emprendida del 17 al 21 de agosto por la Asociación “Hermanos Saíz” de Cienfuegos, a través de montaraz ruta, bien incrustada en las espaldas montañosas del Guamuhaya local, pisando senderos, por momentos más estrechos que la planta que los hendía.

 

El elenco integrado por los proyectos Pharos Teatro, de Cienfuegos, Teatro del Camino, de Palmira, el actor Miguel Pérez Valdés, el psicólogo trovador Liunior El Gallego, y quien escribe, constituyó el segundo asalto cultural a la montaña organizado por la AHS, en busca, además de aliviar el tedio, la monotonía y hasta el desamparo de los grupos humanos enquistados entre hirsuta orografía, también del mejoramiento moral de los participantes, devenidas las largas y agotadoras caminatas mochila al hombro, renuentes a transportes ajenos a los pies, en purificación espiritual.

A la par que los pulmones purgaban el smog citadino con la aspiración del aire cuya pureza está garantizada por las numerosas mariposas revoloteantes, el espíritu se reencontraba con la matriz natural donde soñaron los primeros seres humanos, tejieron leyendas y mitos, refugios seguros ante lo desconocido acechante entre la floresta, que vuelve a domeñar el concreto y el metal invasivo, ya en ingente decadencia.

La cruzada teatral, para algunos demencial, arribó a baluartes de un mundo otro, tangente al triunfalismo preconizado en los medios, donde las ínfulas desarrollistas que un día engalanaron como globos multicolores el llamado Plan Turquino-Manatí son holladas por quienes abandonan asentamientos aislados y empobrecidos como Río Chiquito y Vega del Café, en busca de promisorias perspectivas en el llano, cerca de las principales vías asfaltadas, determinantes en gran medida de la prosperidad, como se ratifica en las dos últimas plazas visitadas: San Juan y Camilo Cienfuegos, ubicados junto a la carretera sur, vía Playa Yaguanabo y Trinidad.

Par de nutridas locaciones de la comunidad de La Sierrita acogieron los espectáculos inaugurales concebidos por los clowns y narradores orales de Pharos Teatro y las actrices/animadoras de Teatro del Camino, ofertas que experimentaron diversas modificaciones acordes con las variopintas y pintorescas condiciones humanas y espaciales de los asentamientos visitados, que exigieron el máximo de volubilidad y espontaneidad a los artistas: la bodega y los escasos niños del modestísimo Monforte; las salas polivalentes de San José y Río Chiquito, cuyas demografías se encuentran en perenne merma migratoria; el césped de Vega del Café, donde la presentación asumió características de tertulia, diálogo íntimo con algunos de los ocho habitantes que permanecen en una zona otrora floreciente gracias al cultivo del grano, actualmente poblada de casas descoyuntadas y una escuela ruinosa, donde se desmoronan un busto carcomido de Martí y una pizarra donde pervive la última clase escrita en julio de 2009.

La falta de guía experto hizo derivar al pairo a la brigada artística unos treinta kilómetros allende Vega del Café, perdida la ruta hacia la prevista comunidad de Yaguanabo Arriba, sometidas al límite las capacidades físicas y psíquicas de todos los integrantes, de los cuales quien escribe fue uno de los más afectados. Tras horas de hambre, cansancio y desesperación ante tanto trillo serpeante hacia destinos inciertos, amenazados por el crepúsculo y la lluvia, cruzado el río San Juan arriba, abajo y al través, guiados ya sólo por el instinto, alcanzamos la comunidad de San Juan, donde nuevamente la bondad desinteresada de los pobladores nos acogió. Por muy cursi que pueda sonar esto, es la verdad; en todo el trayecto sobrevivimos gracias a la caridad de los humildes locales, en cuyas casas cocinamos, nos aseamos y dormimos. Cierto es que el hombre piensa como vive: la prosperidad material pocas veces deja intacta la generosidad sincera. Esa noche, a puro heroísmo, se ofreció la penúltima actividad de la gira. Culminó la Cruzada Artística de la AHS con una presentación en la comunidad de Camilo Cienfuegos, caminados otros siete kilómetros ante la indiferencia de los autos y ómnibus en constante circulación. Amén de las ampollas y agotamiento extremo que recibimos como trofeos inmediatos, obtuvo el elenco honorarios títulos de Quijotes sin adargas, ni siquiera rocinantes en que trasladarse por los eternos trillos montañosos.

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