Concluyó hoy en Cienfuegos la principal fiesta anual de las letras y la lectura

La versión cienfueguera de la Feria Internacional del Libro concluyó con disímiles presentaciones culturales en el Pabellón Infantil Tesoro de Papel, el emblemático parque Villuendas y todo el paseo del Prado.

El Programa Profesional Literario sugirió es su última jornada, un evento Científico Bibliotecológico sobre lectura y promoción, auspiciado por la Asociación Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI).

“Los retos de la literatura infantil en el siglo XXI”, a cargo de Enrique Pérez Díaz, fue la Conferencia Magistral con la que se inauguró este certamen. El destacado intelectual comentó sobre los desafíos que afronta la Editorial Gente Nueva, la cual preside.

 

Dedicada a Angola, esta vigésima segunda edición, reservó en Cienfuegos un aparte para la presentación de los libros “Sobre la liberación nacional”, y “Todavía mi sueño. Discurso sobre la cultura nacional”, de Agostinho Neto. Ambos textos, editados por Mecenas, fueron presentados por su traductor Rodolfo Alpízar.

El académico de mérito de Cuba y escritor Pedro Pablo Rodríguez, uno de los investigadores más acuciosos de la obra de José Martí, y a quien se le dedica en 2013 la feria junto a Daniel Chavarria, fue homenajeado en la ciudad, ante la presencia de intelectuales locales, lectores de su obra, y autoridades del territorio.

El área destinada a la Informática también propuso novedades este año. Sabdiel Batista Díaz, webmaster de este sitio del canal provincial Perlavisión, presentó el dossier-multimedia “José Martí: vida y obra”, al que se puede acceder a través de: www.perlavision.ICRT.cu/josemarti. El material incluye varias investigaciones científicas sobre el Apóstol cubano, artículos periodísticos, audiovisuales, el filme “Martí, el ojo del canario”, entre otros textos que abundan sobre el Héroe Nacional. La compilación se caracteriza por el rigor científico y un excelente manejo de las técnicas de la informática.

La actual edición de la feria, permitió, como cada año, que los cienfuegueros enriquecieran sus bibliotecas personales, e incentivó la lectura en centros de estudio y trabajo con disímiles presentaciones de novedosos títulos.

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