Prestigiar y mantener la tradición coral en Cienfuegos, resulta en la actualidad un gran reto para cualquier intérprete de la llamada música culta.
Aún así, esta ciudad de mar y armonía, cuenta con uno de los coros más importantes del país; protagonista, sin lugar a dudas, de varias páginas felices en el pentagrama sureño.
Hace exactamente 51 años, Norma Faxas, primera directora del elenco, fundó los cimientes de lo que hoy es, Cantores de Cienfuegos.
Apoyada en los conocimientos obtenidos bajo la tutoría del sacerdote de origen vasco Pedro de Urtiaga, y por varios de los discípulos musicales de este religioso, Faxas guió a esta agrupación vocal durante sus primeros pasos hacia el firmamento de voces privilegiadas.
Desde sus orígenes, el elenco se caracterizó por la diversidad en el repertorio, que hoy comprende desde los estilos más antiguos como el renacimiento o el barroco, hasta obras contemporáneas nacionales e internacionales.
También influyeron en su excelencia personalidades como Beatriz Corona, José Antonio Méndez, Luisa Martínez Casado, Ana Arriaza, entre otras figuras del panorama coral, que de una forma u otra, dejaron un fuerte legado en la historia de esta agrupación vocal.
Pero hacer memorias, sólo nos remonta varias décadas atrás y nos hace mirar con nostalgia y alegría una época de esplendor en la tradición artística cubana.
Hoy, los caminos de la música culta se tuercen y, en ocasiones, se torna oscuro el devenir de aquello apartado de lo popular.
En medio de la tendencia cultural actual, Cantores de Cienfuegos constituye un bastión inexpugnable, que de la mano de Honey Moreira, su directora, sortea con éxito los designios de un período convulso.
Cada semana el público de esta urbe puede disfrutar de la maestría vocal de los 22 integrantes del elenco, en los diversos espacios artísticos de la bien llamada Perla del Sur.
Así, crece la audiencia y se rompen los mitos con respecto a la labor de los coros, maltratados en ocasiones por el carácter “aburrido” que se le atribuye a su arte.
“Nos place mucho llegar a estos 51 años de creación con fortaleza, vitalidad y con el ímpetu de seguir creciendo y aumentando nuestro nivel”, explicó Money Moreira.
“Cada día nos imponemos metas más altas, por ejemplo, para nosotros constituye un imperativo el volver a participar en un festival o certamen internacional, donde podamos demostrar la calidad y desarrollo de nuestra tradición vocal”, enfatizó.
“Siempre hemos puesto en alto la cultura de Cienfuegos, lo que hacemos es interpretar música del mundo y también de compositores locales. No hemos perdido de vista el realzar los valores de esta ciudad, tal vez por eso ostentamos distinciones muy importantes del territorio”, añadió.
Pero el mérito de esta agrupación coral trasciende los límites geográficos del territorio y llega hasta otras regiones de la nación.
En los años 2000, 2002 y 2003 logró granjearse el premio Cubadisco a la Excelencia Musical, precisamente por la calidad de su trabajo.
“Cantores… funciona también como una gran escuela. Aquí formamos tanto a aficionados con conocimientos empíricos, como a graduados de las diversas enseñanzas artísticas. En ese sentido, es muy difícil la labor, porque hay que saber lidiar con las particularidades de cada integrante”, refirió Moreira.
No son pocos los contratiempos y las adversidades. Tal vez la más difícil sea navegar por lo mares de la música contemporánea, sin zozobrar ante los gustos más radicales de esta época.
Con la premisa de llevar los mejor de la tradición coral hasta cada rincón de la Isla y educar al público para que aprecie el buen arte, Cantores de Cienfuegos crece y se multiplica en sus 22 voces.
En la senda de mostrarle al mundo la valía de la cultura cubana va, con más de medio siglo de vida, la agrupación coral cienfueguera que cada día deja escuchar desde su ciudad, la fina sabia de un sonido prodigioso.
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