Benny, hoy sé decirte Cómo fue, te puedo explicar como tu genialidad inigualable preñada de cubanía y encanto se mecía entre el bolero y el guaguancó y acunaba la magia de la autenticidad musical.
Tú elegiste pero hoy cantan otros que como yo no dejan de asombrarse al conocer tu estilo y esa personalidad tan tuya que abrieron para ti los caminos de la fama y la idolatría.
Vida es tu voz y tu ritmo aún hoy entre los admiradores que disfrutan con frescura la inmortalidad de tus interpretaciones. Con ese timbre que recorría todo el registro vocal, tonalidades y tiempos y se doblaba en frases y gritos que engalanaban tu carismática figura.
Así repasaste el verde caimán, con una geografía acompañada de las notas de tu Banda, cantaste a Varadero, Manzanillo, Palma Soriano, Santiago de Cuba, Cienfuegos la que más te gustó y como faltar tu rincón querido: tu Santa Isabel de las Lajas.–
De humilde pasatiempo llevaste la música a la realeza melódica, porque hiciste tuyos los ritmos, los compases, la respiración, el contrapunto, la improvisación, el floreo vocal y el baile caribeño, todo con indiscutible originalidad, no en vano… Bárbaro del Ritmo.
Tu música siempre fue Buena, bonita y barata porque no supo de escuelas ni lecciones complejas de escrituras en pentagramas, no fue necesario, todo en ti desprendía musicalidad.
Por eso hoy no existe el Olvido, como dijera Nicolás Guillén: “…nace ahora en la muerte para no morir más el hombre a quien toda Cuba ha llorado “con lágrimas que mojan” , pero cuya voz suena como nunca, sin parar ni apagarse en el aire nuestro de cada día”… para regalarnos una y otra vez, un nuevo tema, Bonito y Sabroso.
Deja una respuesta