Por: Lisandra Marene
25 de noviembre del 2008
No calles tu voz interior frenando el on de tus días/ y deja que como un halcón clave él sobre mí/ morir de luego en mi diamante/ pasar a amarte en mi sangría/ si lo sientes, mejor… / Valor para intentar… / Valor para aceptar…/ que yo te quiero bien…
… Confesó en cuerpo y alma Lynn Milanés Benet como si se tratara de una declaración de amor. ¡Y así trascendió! Frente a los ojos de quienes la ovacionaron recientemente desde los palcos y lunetas del teatro Tomás Terry de Cienfuegos, la joven cantante entregó en cada interpretación mucho más que el título de su reciente producción discográfica: Te Quiero Bien, la cual promociona con una gira nacional iniciada en julio del presente año.
En mi alma, Como un bolero, Nocturna, Ancestros, Frío de navidad y tantos otros temas firmados por reconocidos autores de la música cubana contemporánea, sedujeron al público con una melodía que transitó desde el pop y la trova hasta la bossa y el soul. Arrodillada ante una identidad propia, la mayor de la “saga Milanés” presentó tan sólo a Lynn, natural y ocurrente en el diálogo con los amigos, siempre dispuesta a regresar a la génesis de su acento…
¿Qué lugar ocupa el grupo vocal Aries en la formación artística de Lynn Milanés?
“Ahí me inicié cuando ni pensaba en ser cantante. Fue muy fructífero el proyecto. Estaba acompañado de piano, batería, guitarra, percusión, bajo y flauta. Comencé como directora y terminé haciendo voces, lo cual crea un oído maravilloso y te permite luego realizar tus propios coros. Se convirtió en un trabajo bien lindo, fruto de la juventud, en 1994. El muchacho que componía todos los temas, Osiel Fleitas, hizo luego un arreglo espléndido que compiló en un disco titulado como el grupo: Aries. Por primera vez respeté el canto, porque yo era en realidad flautista”.
Su trayectoria tiene punto de partida en la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell, de Ciudad de La Habana, entre 1983 y 1986. En la especialidad de flauta, continuaría los estudios en la “Amadeo Roldán” y en la Escuela de Superación Profesional Ignacio Cervantes. Como para verificar que las estrellas brillan en cualquier espacio, se graduó en 1996 con el diploma al mejor talento de la flauta en su generación.
En 1997 comienza la carrera en solitario. ¿Qué le motivó a hacerlo como cantante y no con un conjunto de flautas, cuando la crítica especializada la ha calificado de “toda una promesa en este instrumento”?
“Creo que a partir de Aries nació en mí la necesidad de interpretar, algo que no tenía y tampoco me creía. Hice muchos intentos por rehacer el grupo, sin resultados. ¡Y decidí que no tocaría la flauta nunca más! Para hacerlo debe tenerse tesón y estudiar mucho, algo que no me caracteriza. De vez en cuando acudo a ella en fragmentos de algún tema.
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