Días cercanos al cumpleaños 164 del nacimiento del Apóstol acogieron el curso de postgrado El periodismo de José Martí, auspiciado por el Instituto Internacional de Periodismo y con la magistral conducción del doctor Pedro Pablo Rodríguez.
Periodistas de varios países y provincias nos acercamos al pensamiento martiano, principalmente a través de las Escenas Norteamericanas, conjunto de más de 300 crónicas que manifiestan la maduración del periodismo del Maestro en la década de los ochenta del siglo diecinueve en Estados Unidos.
Dos cosas fundamentales nos mostraron: sus crónicas son grandes piezas literarias y al propio tiempo que la comunicación siempre tenga una enseñanza.
Ese común denominador lo apreciamos en El General Grant, Coney Island, Una novela en Center Park, Walt Witman, El terremoto de Charleston, La muerte de los anarquistas, El asesinato de los italianos, Carta de Nueva York o Las fiestas de la constitución en Filadelfia.
En ellas se percibe el uso de recursos literarios y del periodismo moderno que las hacen trascender en el tiempo; crea neologismos, la riqueza y variedad sintáctica es absoluta; muy irregular; los signos de puntuación los emplea con precisión. Utiliza mucho el aforismo: Ejemplos: Patria es humanidad; La patria es ara, no pedestal; están presentes la narración, la descripción y el diálogo; como enamorado del teatro expresó la capacidad de creación de personajes literarios. Tiene en su estilo una combinación entre lo moderno y lo tradicional; un equilibrio.
En sus crónicas de actualidad, aborda asuntos de la vida cotidiana como el día de los enamorados, las pascuas, un día nevado, el día de las elecciones, la toma de posesión de un nuevo presidente y catástrofes como El terremoto de Charleston, sin haberlo vivido directamente; enriquece la noticia, con análisis y juicios.En sus crónicas monotemáticas como El general Grant o Walt Witman es capaz de penetrar en el alma de los personajes.
Pero Martí ejerció un periodismo de servicio público. En carta a Bartolomé Mitre, director de La Nación, el 19 de diciembre de 1882 Martí le expresa:”No hay bien como el de estimar, es acaso mi único placer”.
En La nación, de Buenos Aires, refleja la sociedad capitalista, moderna, burguesa. Las Escenas Norteamericanas las escribe en momentos decisivos en Estados Unidos, después de la guerra de secesión. Estados Unidos se propone capitalizar el país entero, no sólo el norte. Se extiende el ferrocarril; la agricultura para exportar; se produce un gran salto en quince años; gran esplendor en el campo industrial que compite no sólo con Inglaterra, su antigua metrópoli, sino también con Francia y Alemania; el mercado sobrepasa lo nacional. Uno de los primeros monopolios fue el azucarero.
Allí también vive las luchas obreras; vive el drama de las minorías, el de los indios y los afroamericanos. Define su pertenencia a los sectores populares; se sitúa al lado del negro; habla del indio hispano como una “raza original, fiera y artística”.
La crónica que sirve a los del norte para colonizar el sur, Martí la usa desde el norte para educar a los del sur, considerada una proeza intelectual. Es notable cómo Martí conoció al norteamericano como si fuera un antropólogo y un sociólogo. Leía mucho, se mantenía actualizado; la literatura y los periódicos fueron importantes fuentes, también fueron fuentes determinantes los personajes. Martí maneja abundante información.
Utiliza el periodismo en función de lo que él quiere. Explica los propósitos de las Escenas Norteamericanas; su método:”Reflejar lo que los propios estadounidenses dicen y hacen”.
¿Qué tipo de sociedad se está creando en Estados Unidos? Preocupa a Martí que se imponga el dinero en detrimento de la espiritualidad. En carta a Manuel Mercado en l884 explica su propósito de escribir en periódicos mexicanos para ser como cronista “…un centinela de la casa propia”.
Todo eso y más aprendimos en el curso El periodismo de José Martí y nos encontramos con personas que reflejan su obra. Víctor Pérez Galdós es una de esas personas que no sólo llevan a Martí adentro sino que lo trasladan al público. Así lo ha mostrado desde los 90 con su programa Entrañable presencia en Radio Habana Cuba y Un amigo sincero en Radio Metropolitana. También en Radio Progreso para Honrar a Martí y Martí en su contexto.
La joven Lisbet Ricardo Pupo con el programa Luz martiana, originalmente desde Telecristal en Holguín, cuenta historias de vida en que está presente el pensamiento martiano; lo asume de esa forma porque Martí le es más cercano. La música, la imagen y los testimonios entrelazados llevan a Martí a la vida de las personas.
Ambos periodistas han sido merecedores del premio Honrar, honra, otorgado por la Sociedad Cultural José Martí y otros galardones .Y Amparo Alvarez Ramírez, desde la emisora La voz del litoral, de Santa Cruz del Norte con su programa De donde crece la palma, también cuenta sus experiencias en la divulgación de la obra martiana.
Un complemento esencial lo constituyeron las visitas al Memorial José Martí en la Plaza de la Revolución; el Centro de Estudios Martianos y la Fragua Martiana para encontrarnos con testimonios gráficos y materiales relacionados con la vida y obra de nuestro Apóstol.
Ideas finales de Pedro Pablo Rodríguez nos convocan a seguir intercambiando, aprendiendo de Martí e incorporarlo a nuestro hacer; nos falta conocer más a Martí; tenemos la necesidad de trabajar más con las Escenas Norteamericanas; con ellas Martí no sólo enseña qué es el periodismo sino también para qué se hace periodismo; no solo que Martí sea querido sino parecerse a él.
(Tomado de RCM)
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