El escritor norteamericano Samuel Hazard, autor del libro “Cuba a pluma y lápiz”, visitó Cienfuegos durante la segunda mitad del s. XIX y se hospedó en el Hotel La Unión de esta ciudad.
El cementerio de Reina, (Cienfuegos, 1839), es el único camposanto cubano que conserva el sistema de enterramiento en nichos verticales, semejante al del desaparecido cementerio de Espada (La Habana, s. XIX).
En muchos casos, las calles del cementerio Tomás Acea de Cienfuegos, reciben nombres relacionados con el arbolado que las circunda, como son Los Cedros, Los Álamos, Los Pinos, Las Palmas, Los Eucaliptos y otras varias.
En el interior de la cueva Martín Infierno, importante sitio natural de Cienfuegos, se encuentran las únicas "flores de yeso" reportadas en territorio cubano, con un tamaño de hasta más de 30 cms.
Algunos comparan el edificio central del cementerio Tomás Acea de Cienfuegos, con el Partenón de Atenas por su arquitectura clásica, formada por una galería perimetral soportada por 64 columnas de fuste estriado.
El escritor norteamericano Samuel Hazard, autor del libro “Cuba a pluma y lápiz”, visitó Cienfuegos durante la segunda mitad del s. XIX y se hospedó en el Hotel La Unión de esta ciudad.